Regionales

Cooperativa Textil Dolavon: Cien trabajadores confeccionan 70 mil kilos de hilo por mes

La Cooperativa Textil de Dolavon ha nacido tres veces, y por ende, conviven trabajadores y trabajadoras de varias generaciones que han aprendido, entre maquinarias, tops, y colores, el arte de hilar. Mensualmente confeccionan 70 mil kilos de hilos, cuyos compradores principales son clientes de Buenos Aires. El primer nacimiento fue en el año 1978, en pleno apogeo de las plantas textiles en Trelew; el segundo nacimiento fue cuando la adquirió el empresario Otranto, quien, en el año 2014, al no poder sostener más la empresa, les propuso a los trabajadores conformar una cooperativa para evitar quedar desocupados ante un cierre inminente. 
 

por REDACCIÓN CHUBUT 21/04/2023 - 00.00.hs

4

Y fue entonces el tercer nacimiento: desde el 2014, la empresa textil pasó a ser la Cooperativa Textil Dolavon. Había 60 operarios que decidieron apostar al sistema cooperativo. Actualmente hay 100 trabajadores, entre hombres y mujeres, todos residentes en esa localidad.
Es la única cooperativa de trabajo de la localidad de las norias. En un predio situado en las afueras, en la ruta que tiene salida a 28 de Julio, donde se erigen cuatro galpones y, si se ingresa, se siente sonido de la maquinaria textil.
Para este nuevo cumpleaños de la localidad, se espera recibir algún tipo de ayuda, porque han remontado, pero resulta difícil hacer frente a los gastos fijos.
Pese a que es la única cooperativa que alberga a cien trabajadores, «tenemos que pagar impuestos municipales, los gastos excesivos de luz y gas y el monotributo. Si tendríamos algún tipo de acompañamiento, se emplearía para abaratar esos gastos fijos», dijo a EL CHUBUT, Héctor Montoya, presidente de la Cooperativa Textil desde el 2020, año en que estuvieron durante un mes parados por la pandemia.

 

VARIAS GENERACIONES

 

Montoya ingresó a la planta siendo muy joven. Hoy tiene 58 años y, en el año 1984, comenzó a trabajar en este lugar del cual conoce todos sus rincones, hasta cada sonido de las maquinarias; describe todo el proceso desde que llega el top hasta que se convierte en hilo, habla de la vaporizadora y peinadora, y todo lo que tenga que ver con el trabajo y con cada trabajador.
«Acá hay chicos con secundario completo que como no encuentran trabajo en el pueblo, vienen a trabajar a la planta», dijo, inclusive su hija se desempeña en el sector de madejas.
Es «gente de Dolavon» que trabajan en turnos de 8 horas y la planta nunca cierra, siempre produce. 
Con algo de nostalgia de todo lo vivido, recordó cuando se constituyeron como Cooperativa en el 2014 «cuando los dueños presentaron quiebra nos dijeron si como empleados queríamos hacer una Cooperativa, porque si no tenían que cerrar y decidimos, la mayoría de los empleados, aceptar esa transformación.
«La planta no cerró y de inmediato se formó el directorio, sobre la marcha, los 60 trabajadores decidimos hacer la Cooperativa. Era eso o quedarnos sin laburo», relató.
El primer presidente fue Jorge Alfaro, actualmente secretario de la entidad: «La elección fue por decisión de los trabajadores que votaron en asamblea». Montoya asumió en el 2020 como presidente.
Hay hombres y mujeres, y no hay diferencia de género a la hora de trabajar, todos hacen lo mismo. «De acuerdo a la necesidad solemos tomar empleados y empleados, pero también es de acuerdo a lo que podemos recaudar».

 

HILOS

 

Las máquinas son hilanderas industriales, hay una peinadora, una vaporizadora, máquinas retorcedora y la máquina en la que se hacen las bobinas.
«Cada máquina industrial está preparada para los diferentes procesos por los cuales se llega al hilo. Desde la primera conversión del top hasta terminar haciendo un hilo. De la bobina de top se va a los pasajes, que incluye varias pasadas, peinado, por lo que tenemos peinadora y vaporizadora.
«El top viene teñido de afuera y nosotros hacemos el proceso», dijo Montoya, señalando que los tops son comprados por los mismos clientes. «Tenemos dos clientes de Buenos Aires», dijo, indicando que los clientes son Saumax (denominación «Mía») y Otranto (denominación del hilado «LHO»).
Por mes, «tenemos un promedio de producción de 70 mil kilos de hilo. A veces un poco más, a veces un poco menos».

 

QUE SE VEA LO QUE HACEMOS

 

En este aniversario del pueblo «nos gustaría que se vea lo que hacemos y la cantidad de familias de Dolavon que estamos vinculadas y vivimos gracias al trabajo en la textil. Necesitamos que nos ayuden, que nos otorguen alguna ayuda económica para los gastos fijos como la luz, el gas, monotributo, para los trabajadores. Nosotros pagamos impuestos municipales».
Por parte del INAES, ente nacional a cargo de las Cooperativas, «no tenemos ni asesoramiento, ni acompañamiento, estamos a la deriva».
«Queremos que el Municipio vea el movimiento que hay en la fábrica, que vea cómo luchamos y no queremos que esta planta se vaya, queremos seguir trabajando. Estamos muy bajos de sueldos, pero queremos seguir trabajando y necesitamos algún tipo de ayuda», dijo Montoya.

 

¿Querés recibir notificaciones de alertas?