A propósito de la Inauguración gasoducto Tratayén- Salliqueló
Por supuesto lo que se vio en televisión fue una apertura simbólica, se supone que la rueda que movieron la vice y el presidente es ficticia, no corresponde a una válvula del gasoducto. En este siglo XXI es ridículo que se vea accionar una válvula a mano, cuando TODAS las válvulas del gasoducto son electrónicas y automáticas con motores eléctricos que se maniobran desde una central, por computadora. El simbolismo no es de reprochar.
Lo reprobable es que estas máximas autoridades del país no aclararon en su momento, que se trata de un simbolismo, que piensen que toda la población es ignorante, y que se tragará como cierta la imagen de una señora y un señor abriendo una válvula del gasoducto a mano.
También es reprochable el sinnúmero de falsedades que se divulgaron. Se dijeron frases grandilocuentes y emotivas, pero alejadas de la realidad, como: “Se hizo en tiempo récord”; “Va a cambiar la vida de nuestro país”; “es un ahorro de US$ 1700 millones este año”; “hizo falta coraje y decisión”; “encamina a la soberanía energética”, y cosas por el estilo, todas expresiones muy adecuadas en época preelectoral, pero faltas de precisión.
Lo que se celebra ahora es la inauguración simbólica de solo el primer tramo incompleto con 25% de la capacidad de transporte del proyecto, que cuando se concluya será de 44 millones de metros cúbicos diarios.
En 1988 el gasoducto NEUBA 2, fue construido en 11 meses, verdaderamente en tiempo récord. Tiene una extensión de 1380 kilómetros y une Loma de la Lata, Neuquén donde capta el gas y lo transporta hasta Buenos Aires. Posee 6 estaciones de compresión y una de presión máxima. Este gasoducto permitió abastecer la demanda de los consumidores del mayor conglomerado poblacional de nuestro país como así también dar inicio al cambio de la matriz energética de nuestra industria. Lográndose en 1989 el autoabastecimiento energético nacional. Perdido durante el gobierno siguiente.
El Tratayén Salliqueló fue programado, proyectado y licitado en 2019 para construirlo con inversión privada parcial. Este gobierno desestimó en sus inicios lo hecho por el anterior, demoró 26 meses en anular la licitación y, advertido de la nueva situación energética mundial por la invasión de Ucrania, decidió en febrero de 2022 relicitarla con fondos públicos. Previendo las dificultades que tendría el país de satisfacer la demanda de gas en este invierno, se vio obligado a imprimirle un ritmo vertiginoso a la construcción, lo cual naturalmente, significó un aumento de costos.
La demora de 26 meses le costó a Argentina unos 4.000 millones de dólares irrecuperables, ante la necesidad de importar gas natural licuado (LGN) en los años 2021, 2022 y en lo que va de 2023. Sumando el costo de la obra y el costo irrecuperable por compra de LNG se consumieron unos 7.200 millones de dólares. (Fuente ingenieros CEDS).
Debido a la desastrosa política energética, hubo que ser importadores netos de gas por un costo aproximado de 40.000 millones de dólares hasta el presente. Recordemos que en el gobierno en que el arquitecto Julio De Vido fue ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, fue necesario contratar dos barcos regasificadores para poder importar gas licuado.
Este gasoducto tiene 573 km de extensión. Definitivamente NO es la obra de ingeniería más importante de los últimos 40 años, tampoco la obra de ritmo récord: el Neuba II superó los 125 km/mes., en cambio el ritmo de tendido del gasoducto fue de 57 km/mes y no está aún terminado.
El corto tiempo del tendido actual fue posible gracias a la participación de soldadores turcos y máquinas automáticas importadas en reemplazo de soldadores argentinos, ante un silencio sepulcral del sindicalismo argentino.
El Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS), organismo oficial del Ministerio de Hacienda de la Nación, publica una planilla que indica los despachos diarios de TRANSPORTE Y DISTRIBUCION de gas en el país. En la Proyección Semanal de la Demanda del Sistema de Transporte correspondiente a la semana del 10 al 16 de julio, no aparece el gasoducto inaugurado, lo cual significa que AUN NO ESTÁ EN MARCHA APORTANDO GAS al sistema, tampoco prevé un funcionamiento inmediato. Analizando estas planillas nos enteraremos cuando empezará a funcionar este gasoducto.
La planilla oficial no inventa, lo que allí se indica no es opinión sino realidad.
No puede decirse que la obra está terminada, se sabe que recién está al 70 %. Las dos plantas compresoras en construcción en cada extremo, que completan la obra tienen fechas de finalización en enero y febrero del próximo año.
La habilitación, en lo que queda del invierno permitiría ahorrar unos US$ 150 millones, lo que no alcanza para cubrir el sobrecosto de US$ 800 millones generado por la urgencia y la desesperación por terminarlo promediando este invierno.
Finalmente es un dato irrefutable e inocultable: las planillas de ENARSA demuestran que aún no está inyectando gas al sistema metropolitano.
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