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El Tribunal de Faltas revocó multa por el secuestro de un supuesto «UBER» y le devolverán el dinero

El polémico ocurrió a comienzos de este mes cuando una vecina de Trelew, Verónica Hernández, estacionó en el playón de un supermercado. Inspectores municipales la abordaron y le dijeron que tenían que llevarse el vehículo. La mujer consultó a un abogado, apeló ante el Tribunal de Faltas y le revocaron la sanción.

por REDACCIÓN CHUBUT 24/09/2024 - 00.00.hs

El viernes 6 de septiembre, inspectores le secuestraron el Chevrolet Prisma a Verónica Hernández, acusándola de prestar un servicio de «Uber trucho» en Trelew. Los agentes de Transporte la abordaron en el playón de La Anómina de Colombia y Belgrano, y se llevaron el vehículo sin más.

 

Verónica había llevado a su sobrina a comprar una planchita para el pelo que le iban a regalar a la hija para el cumpleaños. Los agentes le arruinaron la sorpresa: se quedaron sin regalo y sin auto.

 

El caso polémico salió en las páginas de Diario EL CHUBUT el jueves siguiente. Hernández trabajaba como remisera desde los 18 años y tuvo que dejar la actividad debido a una enfermedad oncológica. Ahora creó su propia marca de dulces artesanales «Caseritos Don José».

 

La vecina tuvo que pagar 134 mil pesos de multa en el Tribunal de Faltas más un extra por los gastos ocasionados. El auto estuvo varios días secuestrado en el galpón de la Dirección de Tránsito en la 9 de Julio.

 

En estos días, el juez de Faltas, Marcelo Gelvez, hizo lugar a la apelación y corrió vista al Tribunal de Cuentas Municipal para que le devuelvan el dinero que le cobraron de multa.
Verónica, tras recuperar el auto, no se quedó de brazos cruzados. Lejos de agachar la cabeza, inició un reclamo por la vía legal. Indignada, fue al estudio jurídico de un conocido exministro y ex candidato a intendente de Trelew. 

 

Solicitaron que se revoque la sanción, le devuelvan el dinero y se limpie el legajo. En sus años de remisera, Verónica no había tenido una sola falta. No iba tolerar que le quedara una mancha por algo que no había hecho.

 

El estudio jurídico esgrimió que los inspectores incurrieron en un «abuso de autoridad» cuando le secuestraron el auto en el playón de La Anónima. Subrayaron que le quitaron el vehículo por una mera «presunción» de que la mujer prestaría un servicio de UBER.  

 

Verónica, previo a este incidente, ya había tenido un encontronazo con inspectores que la acusaron cuando llevaba a su hija al gimnasio. En aquel momento, le dieron un número de teléfono para que denunciara «Uber truchos» y ella les dijo que no. 

 

Desde esa vez, la mujer comenzó a sentir que la «perseguían», que estaban siguiendo sus pasos. Una semana después le secuestraron el auto.

 

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