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Superación, innovación y arraigo: El legado de Farmacias Patagónicas

Desde una farmacia familiar en Gaiman y Trelew hasta convertirse en una de las cadenas más innovadoras y exitosas del sur argentino, Farmacias Patagónicas representa hoy un ejemplo de visión, pasión y arraigo.

por REDACCIÓN CHUBUT 25/10/2025 - 23.34.hs

Su historia refleja cómo la perseverancia en épocas de crisis, combinada con una identidad local fuerte y un proyecto compartido, puede transformar desafíos en oportunidades y dejar un legado duradero.

 

La historia de esta emblemática farmacia de origen local fue retratada por Infobae, en una nota de Milagros Labrada, a través del testimonio de Pablo Querol, fundador de la cadena junto a Sergio Amoroso, subrayando cómo su compromiso con la empresa familiar y su identidad patagónica fueron determinantes para superar los momentos más difíciles, reflejando cómo, tras regresar a Trelew desde Buenos Aires para hacerse cargo del negocio en momento de crisis, logró reconstruir la farmacia y sentar las bases de lo que sería Farmacias Patagónicas, en fusión con Sergio Amoroso, el socio clave para esta conformación.

 

«ME RECIBI UN JUEVES Y EL VIERNES YA ESTABA TRABAJANDO»
«Nunca lo sentí como una obligación, pero en ese momento era lo que tenía que hacer. Era un negocio familiar, estaba mi mamá y las cosas no andaban muy bien. Estábamos casi fundidos», recuerda de aquellos años. «Me recibí un jueves y el viernes ya estaba trabajando. Ese fue el mejor posgrado que yo podría haber hecho en mi vida», agrega.

 

Los orígenes de esta historia se remontan a 1930, cuando el abuelo de Querol fundó la Farmacia Querol en Gaiman. «Son como dos partes. Una es la familia mía que inició mi abuelo en el año 1930 en una ciudad más chica que Trelew», recuerda Pablo. Ese legado familiar, combinado con la urgencia de salvar el negocio en crisis, permitió que la farmacia no solo sobreviviera sino que se consolidara como un referente local, incrementando su personal y mejorando la atención al cliente.

 

SERGIO AMOROSO, SOCIO ESTRATEGICO
El gran salto hacia un proyecto más ambicioso llegó con el socio Sergio Amoroso. Pablo recuerda aquellos primeros pasos: «Ellos tenían cuatro farmacias. Eran nuestros competidores... y nosotros de alguna manera encarnábamos una empresa que era tradicional, un comercio, pero que tenía sangre joven». La decisión de asociarse no fue inmediata ni sencilla, pero los valores comunes y la visión compartida hicieron posible la expansión: «Al principio fue ‘bueno, vamos a armar una sociedad para poner una farmacia en la ciudad de Esquel’. Esa sociedad era 50 y 50... Después se nos ocurrió en Madryn, después en Rawson, y después otras más», relató a Infobae.

 

«EL NOMBRE DEBIA REFLEJAR QUIENES SOMOS»
El nombre de la cadena refleja ese fuerte sentido de pertenencia de sus fundadores: «Durante el proceso de branding debatimos mucho el nombre, pero teníamos claro que debía reflejar quiénes somos. Nací en Chubut y creo que es una provincia increíble: tiene costa, meseta y cordillera. Ese arraigo es parte de nuestra identidad», afirmó Querol. Hoy, Farmacias Patagónicas cuenta con 17 sucursales, farmacias de guardia estratégicas y un centro de distribución propio en Trelew que asegura eficiencia y cercanía en toda la región.

 

La innovación ha sido un eje central desde los primeros pasos. La creación del centro logístico marcó un antes y un después: «En el retail, la logística es fundamental. Tener nuestro propio centro nos permitió acortar los tiempos de recepción hasta una semana respecto a la competencia. Esa fue una decisión estratégica que marcó un antes y un después». A esto se suma la incorporación de robots para administrar inventarios y automatizar procesos, lo que aumentó la productividad, la precisión y la eficiencia de la empresa.

 

COMPROMISO SOCIAL, EN EL ADN DE LA COMPAÑIA
El compromiso social también forma parte del ADN de la compañía. Farmacias Patagónicas puso en marcha el primer banco de drogas oncológicas de la Patagonia, asegurando que los medicamentos urgentes estén disponibles para quienes más los necesitan. «Cuando uno puede dar una mano porque está el producto que es urgente y se necesita, esos son los momentos de gloria», reflexiona Pablo. Además, la empresa mantiene un contacto constante con la comunidad, participando en programas de salud y educación local permanente.

 

Más allá del crecimiento económico y tecnológico, Pablo Querol transmite un legado de valores y pasión: «Lo que nos gustaría dejarles como legado, es que hagan, que desarrollen, pero que aprendan a amar lo que hacen». Su mirada hacia el futuro combina innovación, responsabilidad social y arraigo local, demostrando que el éxito verdadero no se mide solo en cifras, sino en la capacidad de transformar la vida de las personas desde el lugar que uno ama. «Ese es mi mayor orgullo: haber podido hacer todo esto en la provincia que amo», concluye.

 

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