Obispos patagónicos llamaron a una Navidad comprometida con los pobres y la fraternidad

El mensaje fue emitido a través de un video institucional y difundido por la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA), además de los canales oficiales de las diócesis patagónicas. 
En ese marco, los prelados propusieron volver al centro del mensaje cristiano a partir de una frase del Evangelio que atraviesa todo el documento visual con el título «te he amado», en el que cada uno emitió un mensaje en un video de poco más de 5 minutos.
Los pastores del sur argentino señalaron que la contemplación del amor de Cristo debe traducirse en cercanía con quienes sufren, en particular los pobres, migrantes y personas en situación de mayor fragilidad, y remarcaron que la fe no puede separarse del compromiso social. «El corazón de Dios tiene un sitio preferencial para los pobres y todo el camino de nuestra redención está signado por ellos», expresaron.

LA REALIDAD PATAGONICA
Inspirados en la carta del Apocalipsis a la comunidad de Filadelfia, una Iglesia pequeña y golpeada por los terremotos, los obispos trazaron un paralelismo con la realidad patagónica y la historia argentina, marcadas por crisis recurrentes y por la necesidad permanente de recomenzar y reconstruir el tejido social.
En el mensaje también llamaron a reconocer en cada persona la imagen de Cristo, especialmente en los migrantes y refugiados, y advirtieron sobre las miradas reduccionistas que los presentan únicamente como un problema. En ese reconocimiento, afirmaron, se abre la posibilidad de construir una sociedad más justa, una democracia más plena y un país solidario.

«UNA SOCIEDAD MAS JUSTA, UNA DEMOCRACIA MAS PLENA, UN PAIS MAS SOLIDARIO»
Se trata de «una ocasión que la providencia nos ofrece para contribuir a la concreción de una sociedad más justa, una democracia más plena, un país más solidario, un mundo más fraterno, y una comunidad cristiana más abierta, de acuerdo con el evangelio».
Al referirse a la vida eclesial y comunitaria, alertaron que toda comunidad corre el riesgo de vaciarse de sentido si se conforma con prácticas religiosas formales y se desentiende del sufrimiento real de los excluidos. 
En ese contexto, advirtieron sobre la llamada «mundanidad espiritual», expresada en discursos estériles y gestos sin compromiso.
Finalmente, en clave espiritual y social, recordaron una cadena de valores que conduce a la paz: «El fruto del silencio es la oración; el fruto de la oración es la fe; el fruto de la fe es el amor; el fruto del amor es el servicio; y el fruto del servicio es la paz», invitando a vivir el silencio de Belén como un camino para construir paz en lo personal y en lo colectivo durante esta Navidad.
Participan del videomensaje los obispos Fernando Croxatto (Neuquén), Esteban Laxague SDB (Viedma), Juan Carlos Ares (San Carlos de Bariloche), Jorge Wagner (Comodoro Rivadavia), Roberto Alvarez (Rawson), José Slaby C.Ss.R (Esquel), Ignacio Medina (Río Gallegos), Fabián Balsa (auxiliar de Río Gallegos) y Oscar Miñarro (administrador apostólico de Alto Valle del Río Negro).