Regionales

YPF Nuclear proyecta ingresar a la industria del uranio y Chubut aparece en el radar con reservas estratégicas

Con yacimientos en la meseta central y Sierra Cuadrada y Cerro Solo, Chubut toma protagonismo en el Plan Nuclear Argentino que proyecta la petrolera estatal a futuro. El objetivo establecido por YPF según su presidente, Horacio Marín, será «participar activamente en la generación con reactores modulares y apuntando a exportar energía».

por REDACCIÓN CHUBUT 09/07/2025 - 21.38.hs

La petrolera estatal YPF comenzó a dar pasos firmes hacia una nueva etapa en su desarrollo: sumarse al negocio del uranio y posicionarse como una figura central dentro del programa nuclear argentino. En este nuevo escenario, Chubut ocupa un lugar destacado, por sus reservas clave, las discusiones ambientales que genera y la disputa abierta sobre el rumbo energético de la Patagonia.
Horacio Marín, presidente de YPF, confirmó en entrevistas recientes que la firma proyecta lanzar una nueva empresa subsidiaria bajo el nombre YPF Nuclear. La idea es avanzar en la exploración y explotación de yacimientos de uranio, especialmente en el sur del país, como parte de una política más amplia de diversificación energética que también incluye el desarrollo de reactores modulares de última generación.
Chubut fue mencionada de forma directa por Marín como una de las provincias con mayores posibilidades. En particular, el yacimiento Cerro Solo, próximo a la localidad de Gastre, se perfila como el principal objetivo de una posible reactivación del sector. Allí se calcula que hay unas cinco mil toneladas del mineral, y su aprovechamiento requeriría una inversión superior a los 300 millones de dólares, con la expectativa de generar hasta 1.500 puestos de trabajo directos. Este yacimiento ya había sido estudiado en su momento por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y hasta despertó interés de la compañía estatal china CNNC.

 

PLAN NUCLEAR ARGENTINO
Este nuevo movimiento de YPF se enmarca dentro del Plan Nuclear Argentino impulsado por la administración nacional, con Demian Reidel al frente de Nucleoeléctrica Argentina. La hoja de ruta oficial contempla la construcción de al menos 20 pequeños reactores modulares, con diseño desarrollado localmente, entre ellos una nueva planta en el complejo de Atucha con cuatro módulos. Para ese plan, el suministro de uranio resulta clave, lo que vuelve a poner sobre la mesa proyectos que permanecían en pausa.
La irrupción de YPF en el rubro marca un punto de inflexión. Tradicionalmente centrada en la producción de petróleo y gas, la empresa apunta ahora a convertirse en un jugador integral dentro del nuevo esquema energético: desde la obtención del mineral hasta la producción eléctrica mediante tecnología nuclear. En ese marco, también se analiza montar polos industriales cerca de los yacimientos, capaces incluso de brindar energía a centros de procesamiento de datos e inteligencia artificial. «Hoy las naciones compiten por asegurarse fuentes de energía. El uranio se transformó en un recurso estratégico», aseguró Marín.

 

LA SITUACION DE CHUBUT
Sin embargo, en Chubut, el proyecto choca con un límite ya conocido: la Ley XVII Nro 5001, que desde 2003 prohíbe la megaminería a cielo abierto y el uso de sustancias peligrosas. Si bien la extracción de uranio puede realizarse por métodos subterráneos o in situ, sin recurrir a cianuro, la norma se mantiene como un símbolo de la resistencia social. Cabe recordar que en 2021 un intento del entonces gobernador Mariano Arcioni por derogar esa ley fue frenado por una masiva protesta ciudadana.
El actual gobernador, Ignacio Torres, adoptó una postura más cuidadosa. Reconoció la importancia estratégica del uranio y señaló que la forma en que se plantea hoy su explotación no contraviene la normativa vigente. «No hay nada raro», expresó cuando fue consultado por el tema. También trascendió que la provincia pidió a la CNEA la devolución de las concesiones de varios yacimientos, entre ellos Cerro Solo, debido a la falta de actividad.
En otras provincias patagónicas, los proyectos avanzan a distintos ritmos. En Santa Cruz, por ejemplo, el proyecto Laguna Salada está en etapa de evaluación previa, con participación de capitales extranjeros. En Río Negro, el yacimiento Amarillo Grande, operado por Blue Sky Uranium, aparece como uno de los de mayor proyección en todo el país. Neuquén, en tanto, tiene en marcha el proyecto Cateos, aunque aún en una etapa muy preliminar.
A nivel nacional, la Argentina importa alrededor del 70% del uranio que requieren sus tres centrales nucleares (Atucha I, Atucha II y Embalse). Reactivar la producción local permitiría no solo garantizar el autoabastecimiento, sino también generar excedentes para la exportación. De hecho, según datos oficiales, las reservas de Cerro Solo por sí solas podrían cubrir más del doble de la demanda anual del sistema eléctrico.
Desde YPF aseguran que el objetivo es claro: «Queremos llegar al 2030 con YPF participando activamente en la generación con reactores modulares y apuntando a exportar energía».

 

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