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En el Día del Productor Lanero, el INTA Chubut propone alternativas para sostener la actividad

El 15 de septiembre se conmemora el Día del Productor Lanero, fecha en la que se pone en valor a los principales protagonistas de una de las tareas más tradicionales de la Patagonia. Entendiendo los desafíos del sector en el contexto internacional, desde el INTA Chubut proponen alternativas para sostener la actividad.
 

por REDACCIÓN CHUBUT 14/09/2025 - 21.46.hs

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En la actualidad, existen más de 7.500 productores y familias dedicados a la cría ovina y la producción de lana en la Patagonia.
Si bien la ganadería ovina atraviesa una profunda crisis a nivel regional, nacional y mundial, reflejada en una caída de las existencias ganaderas y la producción de lana, es necesario comprender los desafíos que enfrenta esta producción en el contexto internacional de las fibras de uso textil, para así poder sostener una actividad tradicional y relevante en términos de ocupación y desarrollo del territorio.
La lana fina, una fibra natural, valorada por sus propiedades «únicas» e integrante de un segmento del mercado textil de indumentarias o prendas de vestir de alto valor, compite con otras fibras como el algodón o los sintéticos tecnológicos que dominan el mercado de prendas de rápida rotación (fast fashion).
La lana es un producto de exportación que se acopia y procesa principalmente en el Polo Textil Lanero de Trelew, conformando de esta manera un conglomerado agro-industrial que da la posibilidad de exportar en forma sucia (28%) o como lana lavada/peinada (72 %) hacia varios destinos, como China y la Unión Europea, entre otros.
Este mercado demanda lanas cada vez más finas, de alta calidad que asegure un correcto y eficiente desempeño industrial, incorporando «nuevos valores éticos en la producción», demandados por el consumidor de prendas.
Australia, como principal productor y referente en la fijación de precios, produce y comercializa lanas merino de 18,6 micrones promedio de diámetro. El mercado lanero australiano, además de valorar las lanas finas, pone foco también en otra característica medible y vinculadas al diámetro medio que impacta fuertemente en los procesos industriales del hilado como es el coeficiente de variación del diámetro (CVD). Asimismo, el largo de la fibra, la resistencia a la tracción, el punto de quiebre, la contaminación por fibras coloreadas (manchadas por heces y orina y conocidas como puntas amarillas) y pigmentadas (fibras negras, marrón o canela), son otros atributos comerciales ponderados para el desempeño industrial en hilados y tejidos de lanas finas de colores claros.

 

LOS DESAFIOS ACTUALES
Por ello, el desafío comercial actual y futuro es producir una lana fina (diámetros inferiores a 20 micrones), uniforme (CVD menor a 18 %), con un adecuado desarrollo o largo (mayor a los 80 mm), con una alta resistencia a la tracción (mayor a 30 - 35 NKT) y libre de contaminantes (contaminantes externos, fibras de color y moduladas).
Además, se sugiere implementar una correcta cosecha aplicando la esquila PROLANA y preparto, la selección, clasificación y la mejora genética de las majadas de la mano del PROVINO, el correcto manejo de la sanidad y la alimentación (plan de pastoreo y suplementación) junto a un manejo que respete el bienestar animal, con prácticas y tecnologías necesarias de cara a las demandas del mercado.
El ambiente y formas de producción de nuestras lanas en Patagonia nos brinda una oportunidad única para una mejor imagen y competitividad en segmentos o nichos del mercado internacional. Sus características de color (blanco), su producción «libre de la práctica de mulesing y la dominancia de sistemas pastoriles extensivos de producción, constituyen ventajas competitivas, si se articulan fuertemente a procesos de certificación de productos como la certificación orgánica, lanas responsables o RWS u otros sellos de aseguramiento de calidad.
Una producción ovina sostenible en Patagonia solo será posible, si sumamos a la producción de lanas finas de calidad, una mayor producción de carne como complemento a nuestra tradicional e identitaria producción lanera.
Finalmente, fortalecer la producción lanera, es un objetivo común tanto de los productores como del sector industrial, por lo que es necesaria la articulación del sector público privados, para un mejor posicionamiento y diferenciación de nuestras lanas en el mercado internacional y nacional.
 

 

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