RECLAMAN POLICIAS A LA NOCHE

Vecinos "a la buena de Dios" en las Mil Viviendas: afirman que "no hay día que no haya tiros"

El relato de uno de los vecinos es estremecedor. Muchos temen hablar con la policía por miedo a las represalias que puedan tomar estas bandas delictivas. Otros toman coraje. Alertan que la situación de extrema violencia se viene suscitando hace más de un mes.

por REDACCIÓN CHUBUT 29/09/2022 - 16.18.hs

Luego del episodio de la impactante balacera que se produjo entre bandas antagónicas en la madrugada del miércoles, uno de los vecinos del barrio Constitución, popularmente conocido como "Las Mil Viviendas" dialogó con FM EL CHUBUT y expresó un crudo relato de lo que se vive día a día. El temor que se siente en las calles y la sensación de abandono y estar "a la buena de Dios".

 

Algunos vecinos del barrio no se atreven a contar a la policía por el temor a las represalias de estas personas, que integran bandas delictivas y son identificados por el resto de los vecinos. "Sabemos quienes son, todos los conocen", dijo esta persona. Sin embargo, otros se atreven a denunciar a la policía pero dicen que no hay una respuesta satisfactoria para garantizar la seguridad del barrio.

 

 

 

Los tiroteos se producen "de mañana, de tarde de noche y hasta con los chicos en las plazas". 

 

 

"Yo veo policías en patrulleros disparando hacia el otro lado. Es como que vamos a esperar a que pase y después venimos a levantar a quien cayó. Siento que es una zona liberada porque no puede ser con la semejante balacera del otro día"

 

 

"Me hizo acordar a La Tablada", comparó el hombre que vive a 20 metros de donde se produjo la balacera ayer miércoles. "Esto paso anoche pero se viene repitiendo hace un mes y medio y en cualquier horario", expresó con preocupación.

 

"No hay día que no haya tiros. Anteanoche se pudo dormir tranquilo por los allanamientos y la presencia policial, al mediodía se fueron y a la noche siguieron (los tiros)", afirmó el vecino de Las Mil.

 

Cansados de la situación, es por ello que después de tantos intentos para tratar de que cese la violencia en el barrio, las esperanzas se van agotando: "Estamos a la buena de Dios y algún inocente va a pagar los platos", lamentó.

 

 

 

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