Taiwán y sus residuos nucleares
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En notas anteriores vimos que Taiwán renegó de le energía nuclear pero, como Alemania y otros países que ya no tienen centrales nucleares operando, ahora Taiwán debe definir qué hacer con sus combustibles nucleares gastados.
Taiwán un estado insular en el Mar de China Meridional, al oeste de Japón, tiene un depósito de residuos nucleares de baja radiactividad en la isla Lanyu, isla de la Orquídeas. Décadas lleva la población de la isla protestando y pidiendo que el gobierno retire los desechos allí acumulados. Pero el grave problema nuclear del país no es ese.
El verdadero problema es ¿Qué hacer con los combustibles gastados generados por las ya desmanteladas centrales nucleares?, pues los combustibles gastados que se han acumulado son residuos de muy alta radiactividad y permanencia que, en el mundo entero no tienen destino.
Taiwán tiene un área total de 35.980 kilómetros cuadrados repartidos en 165 islas. (Dentro de Chubut caben más de seis países como Taiwán). Es uno de los países más pequeños de Asia, y el 139° del mundo. Tiene una población actual de unos 24 millones de habitantes, con 664 por kilómetro cuadrado, es uno de los paises más densamente poblados del planeta.
Si la inocuidad de los residuos nucleares es imposible, mucho más en una isla. Con tan poca superficie y tanta población ¿Dónde alojar los residuos radiactivos para conseguir absoluta aislación?
Actualmente los mantiene en las plantas nucleares desmanteladas. En un momento dado, Taiwán firmó un acuerdo con Corea del Norte para poder enviar barriles de desechos nucleares para almacenarlos allí, pero no funcionó debido a la falta de instalaciones de almacenamiento en el Norte y a la fuerte oposición de Corea del Sur.
La empresa Taipower también necesitó años de consultas para comenzar a construir una instalación provisional de almacenamiento en seco al aire libre para el combustible usado debido a la oposición de las autoridades locales.
Prácticamente todos los países del mundo enfrentan problemas similares y se esfuerzan por encontrar emplazamientos para un depósito subterráneo permanente de combustible nuclear.
Finlandia se ha convertido en el primer país del mundo en construir uno, pero que al día de hoy no está operativo, está en período de experimentación recibiendo pequeñas cantidades de residuos y evaluando situación.
A pesar de la escasez de superficie, Taiwán ha identificado sitios posibles para el enterramiento de sus combustibles gastados, pero no logra convencer a las comunidades locales y a los pueblos indígenas de esos sitios, para que acepten la construcción, según Li-chun Lin, director ejecutivo del instituto de investigación Centro para la Democracia Innovadora y la Sostenibilidad.
Habiendo dejado de usar energía nuclear, el problema ya lo tiene, los residuos deben gestionarse. La selección del sitio se estancó porque el país tiene una legislación estricta al respecto. Además, existe mucho temor a los daños que causan los residuos nucleares. ”Taipower debe concientizar al público sobre esto", declaró Lin a DW.
Nadie quiere vivir junto a un cementerio nuclear.
Lu Mai es un activista antinuclear de segunda generación en Lanyu. Junto con otros miembros de su comunidad tao, organizó múltiples manifestaciones antinucleares, tanto físicas como digitales. Sin embargo, los residuos nucleares que se almacenaron en la isla Lanyu, siguen ahí.
El gobierno prometió pagar 83 millones de dólares en compensación, pero Lu dijo que muchos habitantes de Tao están divididos sobre si aceptarlo.
"Lo más injusto es que los dañinos residuos nucleares solo nos afectan a nosotros, los indígenas de las zonas remotas, mientras que Taiwán continental, densamente poblada, no tiene que asumir las consecuencias y disfruta de la energía. ¿Se supone que debemos aceptar esta cantidad por esta amenaza física?", preguntó Lu. (FUENTE Srinivas Mazumdaru)
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