Esquel

Día del Cartero: un oficio cada día más lejos de extinguirse

El pasado jueves 14 de septiembre se celebró el Día del Cartero, festejo instaurado en conmemoración de Bruno Ramírez, el primer cartero del país, quien fue designado en el cargo el 14 de septiembre 
de 1771.

por REDACCIÓN CHUBUT 17/09/2018 - 00.00.hs

En Esquel Eduardo Gibbon es el “histórico” cartero que conoce de memoria casi todas las direcciones de los vecinos después de más de 40 años repartiendo cartas en bicicleta.
Desde hace unos días dejó de recorrer los barrios para concentrar el reparto en la zona céntrica de la ciudad, pero todavía cuando puede se hace tiempito para visitar amigos y conocidos en los lugares más alejados que solía frecuentar a diario llevando correspondencia.

 

“Me quedan cinco años para jubilarme y por suerte voy a estar en el centro donde no hay perros. Igual extraño los barrios porque me crié en el barrio Badén y fui a la escuela 54 cuando no había vehículos, íbamos a caballo porque era todo chacras”, recordó ayer. 
“Hasta hace poco éramos 4 carteros nomás. Pasamos más de 50 años con 4 carteros, cubriendo una población que pasó de 8 a 40 mil habitantes. Y a partir de una nota en EL CHUBUT contrataron más carteros y ahora somos 6”. 

 

Pero lejos de menguar el trabajo Gibbon aclaró que “actualmente está llegando mucho trabajo que antes se repartía por OCA, cosas del Banco del Chubut o Tarjeta Naranja. Y a eso se suma que estamos repartiendo muchos productos que la gente compra en Mercado Libre, también productos chinos que se compran por Internet”. 

 

Explicó que “el correo está apuntando mucho a la logística, repartiendo muchas encomiendas. Y la gente nos espera contenta porque hasta antes de esto sólo se repartían cuentas y nos recibían con mala cara. Ahora nos esperan para que les entreguemos un producto que compra en China y que llega en cantidad. Se ve que es barato y la gente busca ahorrarse unos pesos”.

 

Para movilizarse de una dirección a otra sigue pedaleando. “Ahora tengo una bici que es mía pero hace unos años me robaron la bicicleta del correo. Me agarró en un mal momento y tenía que andar a pie. Ahí me cortaron las piernas y tenía que ir a los barrios caminando, así hasta que me regalaron una bicicleta”. 

 

GOBIERNOS Y CORREOS
“Entré a los 15 años al Correo, en tiempos del General Perón. Era 1974 y de ahí pasé por todos los gobiernos, incluso estuve con los militares. Recuerdo la época en que privatizaron el correo, una época muy jodida donde empezaron con los retiros voluntarios. De ahí varios compañeros se fueron del Correo y quedamos 8 trabajadores contando los jefes”, comentó Gibbon, quien en aquellos años decidió sindicalizarse y comenzar a organizarse gremialmente con los compañeros”.
De esos tiempos reconoce que quedaron muchos recuerdos, “como por ejemplo la época en que llegaban muchos telegramas o cartas de amor que eran muy esperadas por las chicas. Recuerdo a los soldados esperando las cartas, con alegría me esperaban. 

 

CARTAS TRAMPOSAS 
También “pasaba que había alguno de trampa y me pedía que no le lleve las cartas que estaban dirigidas a su casa. Y yo me olvidé y terminé llevando la carta, así que hasta el día de hoy está separado. Si me llegaban a descubrir capaz que me metían preso porque eso se llama secreto postal, no se puede divulgar la correspondencia. Pero en esos años me pasó también con mujeres a las que no querían que les lleve la correspondencia a la casa. En esa época no había celulares, era todo por carta”.

 

EL PEOR AMIGO DEL CARTERO 
Para Gibbon, uno de los sinsabores del oficio son los perros sueltos. “La mayoría de los perros están sueltos y hay barrios donde no se puede pasar. La gente no toma conciencia a pesar de que siempre  lo digo. Tengo muchas mordeduras por todos lados, incluso recién hace poco terminé de curar una”.  Advirtió que “la presencia de los perros en la calle es un desastre. A nosotros nos salva muchas veces la bicicleta que usamos de escudo cuando nos atacan de a 3 ó 4 perros. Hace unos 20 días que me cambiaron al centro y ya no sufro tanto el tema de los perros, pero en los barrios es imposible y ahora lo padecen mis compañeros”.

 

CON LAS BOTAS PUESTAS 
Sobre el futuro, confió, “quedan 5 años para jubilarme y mientras me den las piernas voy a seguir de cartero. Mientras pueda voy a morir con las botas puestas, por lo pronto, el día 14 fue un día especial porque es nuestro día en homenaje a Bruno Ramírez, así 
que aprovecho para saludar a mis compañeros y a los colegas de Oca o de otros correros”.

 


 
 

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