Estilo y Vida

Apnea en Camarones: la atractiva propuesta que permite conocer los tesoros profundos de la Patagonia

Se trata de una de las actividades más antiguas que practica el ser humano. Trae enormes beneficios para la salud y requiere de pocos insumos para realizarla. Y es, además, una forma dinámica y saludable para conocer en profundidad las bellezas del mar patagónico.

por REDACCIÓN CHUBUT 27/04/2024 - 10.01.hs

Si pensamos en la Patagonia nos surgen una serie de postales, fotos, aromas y experiencias que mueven fibras positivas. Las imágenes que se disparan están motivadas por las experiencias personales. Pero, en la mayoría, aparecen factores comunes como el mar turquesa, las montañas, la inmensidad de la estepa, los escarpados acantilados, las rocas coloridas y la enorme biodiversidad que le da vida.

 

Y hay algo más. Un área que permanece oculta, pero que es tan diáfana como la luz. Para conocerla solo basta con sumergirse, adentrarse en lo desconocido, dejándose llevar por el vaivén de la marea, y explorar. Hay un paraíso en las profundidades que solo pocos tienen la fortuna de conocer.

 

“Yo creo que la parte más linda de la Patagonia la tenemos bajo el agua”, dijo Alejandro Andrés sin titubeos. Y es alguien que conoce de lo que habla. Desde hace más de 20 años se dedica a hacer apnea, fue nadador federado y buzo profesional. Vive en Puerto Madryn y el mar es su lugar de trabajo. Además, es el creador de Patagonia Freediving, una empresa madrynense formada por un equipo de profesionales con años de experiencia en la enseñanza de buceo libre.

 

¿Qué es la apnea?

 

Es bucear sin equipos, solo conteniendo la respiración. Alejandro asegura que es “una de las prácticas más antiguas de la humanidad” y que, con el paso del tiempo, fue cambiando su significancia. “Antes se hacía para obtener alimentos de las profundidades del mar, después se realizó mayormente con fines tácticos, y hoy en día se practica de forma recreativa”.

 

Es una actividad que se puede realizar sin la necesidad de muchos recursos. “Lo mínimo e indispensable para poder practicar apena es tener un traje de neoprene, máscaras, aletas y snorkel. La puede practicar casi cualquier persona, exceptuando aquellos que tengan alguna enfermedad o padecimiento específicos. No es una actividad orientada a la competencia sino más bien recreativa y de disfrute”.

 

El objetivo de esta práctica, más allá de lo físico, es conectar con el propio cuerpo y con la naturaleza. “La gente busca recorrer el fondo del mar, disfrutar del entorno, sacar fotos debajo del agua y relajarse, sintiendo la paz que te abraza”, aseguró Andrés.

 

Además de ser un ejercicio con características únicas, genera importantes beneficios en la salud de aquellos que lo practican. “La práctica de apnea provoca notorios cambios fisiológicos en nuestro cuerpo: como bradicardia, vasoconstricción periférica y esplenocontracción que lo ponen a funcionar y lo mantienen más joven”, explicó el instructor.

 

Y agregó: “Además, hay muchas incidencias positivas desde lo psicológico y emocional por los métodos y técnicas de respiración que se utilizan. Se está en un ambiente natural y se trabaja mucho sobre el sistema parasimpático, lo que nos lleva a estar todo el tiempo relajados”.

 

Apnea en Camarones: conociendo las bellezas profundas

 

La potencia paisajística de Camarones está a la vista. El pueblo, sus playas, el ecosistema que lo acoge y la esencia misma de la Patagonia le explotan en la cara al visitante ni bien camina por sus calles. Y, con la práctica de la apnea, se suma todo aquello que no se ve a simple vista, el mundo prístino que subyace bajo el agua.

 

Ahí se abre otro portal que lleva a un mundo desconocido, pero igual de hermoso. “Camarones es un lugar ideal para practicar apnea, sin duda uno de los mejores de Argentina”, asegura Alejandro Andrés.

 

“Hay sectores con pozones que tienen mucha vida dentro. Hermosísimos paisajes subacuáticos. Los bosques de algas generan postales increíbles. Se puede encontrar una gran cantidad de fauna marina, estrellas de mar, cangrejos, pulpos, caracoles, todo tipo de peces y el acceso es muy sencillo; no hay que navegar y tiene sectores protegidos de las inclemencias. Es un lugar muy poco invadido por el hombre y con cientos de kilómetros de playas y de costas para recorrer”.

 

Otra de las razones que hace única a la práctica de apnea es la conexión que genera entre los vecinos y el lugar donde viven. “Empezamos con las clases de apnea en Camarones de la mano del Proyecto Patagonia Azul. El objetivo es lograr que la gente conozca profundamente el lugar donde vive”.
 
“Yo pienso que la parte más linda de la Patagonia la tenemos bajo el agua y esta es una excelente oportunidad”, sostuvo el apneista, y completó: “Que los vecinos puedan disfrutar de su propio lugar es muy gratificante. Darle la posibilidad de que, con recursos mínimos, pero con las habilidades necesarias, puedan reconocer y recorrer el lugar que habitan les va a dar una noción más clara de qué es lo que tienen que cuidar y cómo hacerlo”.

 

Basado en su experiencia, Andrés considera que “en general las personas no conocen lo que hay debajo del mar y, desde el lado de la Conservación, creo que es muy importante, porque uno no cuida lo que no conoce”.

 

Formación profesional para vecinos

 

Los cursos de apnea empezaron con una propuesta básica que tenía una duración de dos días. Se realizaron dos veces y, para la tercera, se ofreció a los participantes interesados prepararse para adquirir la formación necesaria para obtener un nivel de certificación mundial. 

 

“Los grupos que tenemos son de 8 personas. Son muy heterogéneos y muy lindos. Todos con muchas ganas de aprender, entusiastas y muy predispuestos. Estamos muy contentos. Creo que esta actividad puede ser, además, una gran herramienta para la comunidad de Camarones, porque representa una salida laboral tanto en materia de turismo como de pesca artesanal”, concluyó Alejandro Andrés.

 

Un joven con ganas

 

Juan Garavales tiene 20 años y vive en Camarones desde muy pequeño. Pertenece al grupo que continúa con las prácticas de apnea para conseguir la certificación internacional.

 

“Tuve la oportunidad de hacer el curso y estoy muy contento. Soy de una familia de pescadores artesanales y practicar apnea me sirve mucho para ayudar en las actividades familiares”, cuenta el joven.

 

La propuesta es diferente, dinámica y atrapante, por esta razón, engancha mucho a los más chicos. “Estuvieron muy buenas las prácticas, después de unos ejercicios llegué a contener la respiración durante más de 3 minutos. Es algo que nunca creí poder lograr”, destaca el joven camaronense.

 

Juan quiere ir más allá. No solo busca colaborar con el trabajo de su familia, sino que, además, tiene un claro objetivo personal asociado a sus pasiones: “Con la práctica de apnea apunto también a mostrar imágenes de lo que hay debajo del mar. Mi objetivo es, sacar fotos y hacer videos para que la gente conozca lo lindo que es y pueda conocer y cuidar nuestros recursos”.

 

Por Diego Crova

 

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