Fin de Semana

Medio siglo estudiando a las ballenas francas

El mayor hito científico de esta temporada fue la realización del 50 relevamiento anual de foto-identificación. El Instituto de Conservación de Ballenas tomó unas 11.000 fotografías de 827 ballenas, incluyendo 320 crías de esta temporada. La gran sorpresa de este año sucedió al finalizar el relevamiento, en la boca del Golfo Nuevo, ¡Se registró la mayor concentración de ballenas en 5 décadas de estudio!

por REDACCIÓN CHUBUT 04/12/2021 - 12.03.hs

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Por el Instituto de Conservación de Ballenas

 

Tras dos semanas de espera por fuertes vientos, los días 17 y 18 de septiembre pudimos sobrevolar el perímetro costero de los Golfos San José y Nuevo, fotografiando el patrón de callosidades de las ballenas que visitan el área durante la temporada de cría. Tomamos unas 11.000 fotografías de 827 ballenas, incluyendo 320 crías de esta temporada. Es un número alto, cercano al récord de 856 ballenas que contamos en 2018. Hay muchas más ballenas en el centro de los golfos, que por cuestiones de seguridad de los vuelos no pudimos fotografiar.

 

El equipo estuvo integrado por Mariano Sironi, a cargo de las fotografías; Marcos Ricciardi, registrando datos, y el piloto Peter Domínguez al mando del avión Cessna del Aeroclub de Puerto Madryn. Las fotografías serán analizadas por Vicky Rowntree y el equipo de científicas del ICB para incorporarlas al catálogo que hoy contiene las historias de más de 4.100 individuos conocidos.

 

 

El Dr. Sironi relata la experiencia así:

 

«Ya finalizando el relevamiento del Golfo Nuevo, frente e a Punta Ninfas vimos lo que parecía una migración coordinada, con una hilera de ballenas nadando todas en la misma dirección, algo que sería muy inusual para ballenas barbadas como las francas. A medida que hicimos más círculos en el avión, comprendimos que estábamos viendo un gigantesco grupo de cortejo, y que esas ballenas se dirigían al centro de la acción.

 

Al principio vimos un gran grupo de cópula, pero luego entendimos que eran dos o tres grupos cubriendo un área mucho mayor de lo habitual, con ballenas que se movían de un grupo a otro y entraban y salían de la acción principal. Empezamos estimando que había unas veinte ballenas, pero luego el conteo subió a treinta, y finalmente estimamos que unas cuarenta ballenas integraban esta concentración, todas adultas y juveniles y sin ninguna cría”.

 

 

Durante cinco décadas, hemos observado muchas ballenas que regresan a Península Valdés, trayendo nuevas crías a esta población. Cada ballena es única y especial. Y esto sólo puede aprenderse estudiándolas vivas y durante largos períodos de investigación continua, lo que hace que cada año sea más enriquecedor que el anterior. ¡Con tantos años de estudio, las ballenas siguen dándonos sorpresas!

 

 

MIDIENDO BALLENAS

 

Continuamos con el estudio para evaluar la condición corporal mediante el análisis de fotografías aéreas tomadas desde drones. Entre los meses de junio y octubre llevamos adelante la tercera temporada de este proyecto colaborativo que utiliza la técnica conocida como «fotogrametría» para determinar cuan “gordas o flacas” están las ballenas. Su principal objetivo es establecer la condición corporal de las ballenas francas que utilizan las aguas patagónicas de Chubut como área de cría y reproducción. 

 

Los primeros resultados de este estudio ya han sido publicados en revistas especializadas, y esperamos que sean de utilidad para el manejo y la conservación de ésta y otras especies, incluyendo la ballena franca del Atlántico Norte que se encuentra en peligro crítico debido a los enmalles en redes y sogas y las colisiones que causan la muerte de muchas ballenas cada año.

 

Este proyecto se realiza en forma colaborativa entre el Dr. Fredrik Christiansen de la Universidad de Aarhus en Dinamarca, la Dra. Marcela Uhart de la Universidad de California, Davis, el Dr. Mariano Sironi del Instituto de Conservación de Ballenas, el Dr. Michael Moore de Woods Hole Oceanographic Institution, y recientemente se sumó la Dra. Ailén Chalcosbky del CESIMAR CCT CENPAT – CONICET como parte de su proyecto de post doctorado. Nicolás Lewin, investigador del ICB, es el piloto principal al mando de los drones. 

 

 

BALLENAS Y GAVIOTAS EN PENÍNSULA VALDÉS

 

Un problema importante que enfrentan las ballenas en Península Valdés son los ataques de las gaviotas cocineras, que se alimentan de su piel y grasa. Desde 1995, monitoreamos la frecuencia de este comportamiento en sitios costeros de ambos golfos.

 

Utilizando telescopios y binoculares, durante septiembre realizamos decenas de seguimientos visuales de las madres y sus crías, registramos cada instancia en la que las gaviotas de alimentan sobre las ballenas y los cambios de comportamiento que los ataques producen. Una vez procesados estos datos, los reportamos en su totalidad a las autoridades de gobierno para que cuenten con la información de largo plazo más detallada que existe sobre esta problemática.

 

Esta temporada las observaciones estuvieron a cargo de Camila Muñoz Moreda, Maile Taboada, Anabela Gerez, Paula Faiferman, Candelaria Piemonte, Nicolás Lewin, María Piotto, Aluminé Orce, Ximena Taboada y Macarena Agrelo, coordinadas por Agustina Saez y Mariano Sironi.

 

 

CONOCIENDO EL ESTADO DE

SALUD DE LAS BALLENAS FRANCAS

Desde el año 2003, en forma colaborativa con otras instituciones llevamos adelante el Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral. Con la dirección local de la Dra. Marcela Uhart y coordinados en el campo por los Médicos Veterinarios Matías Di Martino y Agustina Donnini, veterinarios y biólogos acuden a cada ballena que muere y llevan a cabo exámenes en busca de cicatrices, heridas y evidencias externas de causa de muerte, toman medidas, muestras de tejidos y órganos internos, además de localización y fotografías. Los resultados se informan periódicamente a las autoridades provinciales de Chubut. 

Cada ballena que muere representa una fuente de información muy útil para evaluar el estado de salud de la población. En lo que va de la presente temporada registramos 33 ballenas varadas, incluyendo 24 crías de esta temporada, 4 juveniles, 4 adultos y un ejemplar adulto/juvenil (aún si medir). La muerte de ballenas adultas es un fuerte llamado de atención acerca de los cambios que pueden estar sucediendo en su hábitat. 

 

Los varamientos fueron encontrados durante los relevamientos sistemáticos que realizamos y también reportados por integrantes de la red de aviso, con quienes estamos siempre agradecidos por informar sus hallazgos. Los investigadores continuarán realizando el monitoreo sanitario hasta diciembre.

 

 

SIGUIENDO BALLENAS

 

Participamos de la sexta temporada de seguimiento satelital de ballenas francas en el Atlántico Sur. Se trata de un proyecto colaborativo a través del cual estudiamos los movimientos migratorios de ballenas marcadas con transmisores satelitales en el Golfo Nuevo. Conocer lo que hacen las ballenas en sus viajes oceánicos aporta información valiosa para su conservación, porque permite localizar los ambientes clave para su ciclo de vida. Además, genera información relevante para sustentar la importancia de las áreas marinas protegidas y para elaborar recomendaciones de regulación de actividades humanas con potencial impacto sobre la fauna marina.

“Siguiendo Ballenas” es posible gracias a la articulación de esfuerzos del Laboratorio de Mamíferos Marinos del CESIMAR-CONICET, CIMAS-CONICET, ESCiMar de la Universidad Nacional del Comahue, Fundación Patagonia Natural, Instituto Aqualie, Instituto de Conservación de Ballenas, Marine Ecology and Telemetry Research, National Oceanic and Atmospheric Administration, Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral, University of California Davis – Wildlife Health Center y Wildlife Conservation Society Argentina. Este proyecto cuenta además con el aval de la provincia de Chubut y la Cancillería Argentina, y con el apoyo de la Asociación de Guías Balleneros de Puerto Pirámides

 

 

VIVENCIAS CON BALLENAS EN PATAGONIA

Observar las ballenas desde la tierra, el agua y el aire para tratar de entenderlas un poco más genera sensaciones incomparables. Hay en estas observaciones mucho de curiosidad científica, pero también hay mucho de vivencias personales. Quienes hacemos este trabajo, dedicamos nuestras vidas a observar, analizar y tratar de entender lo que pasa en el mundo natural. 

¿Qué hacía cada una de las cientos de ballenas que fotografiamos con atención y detalle para conocerlas más? ¿Desde cuándo viene a Península Valdés cada ballena que hoy pasa frente a las playas con una nueva cría? Cada nueva cría, ¿podrá vivir una larga y saludable vida de ballena o deberá enfrentarse a problemas generados por los humanos en su hogar oceánico? ¿Por qué vienen aquí? 

 

Responder éstas y muchas otras preguntas de manera cabal, nos ayudará a crear un ambiente más seguro para las ballenas y esto es lo que nos moviliza a continuar con estos estudios a largo plazo.

 

Mariano Sironi concluye: “Quizás seamos solo algunos los que trabajamos para responderlas, pero lo más importante es que todos hagamos “algo” para construir un mundo mejor para todas las especies”.

 

 

 

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