La familia de Tato, primer hippie de la Comarca Andina, comenzó a renacer de las cenizas

El último 9 de marzo, las diez cabañas de “La Chacra de Tato”, tal como se la conoce en la Comarca Andina, se desmoronaron, se cayeron, se consumieron por las llamas, quedando escombros, cenizas y recuerdos.

En esas cabañas vivían hijos, hijas, nietos y nietas, la gran familia que Tato formó.

Casi medio siglo de historias de familia y amistades, de trabajo y esfuerzo, se derrumbaron en pocos minutos en esa tarde negra, donde el paraíso se convirtió en infierno.

De inmediato, la gran familia comenzó a organizar campañas solidarias y a ordenar las donaciones. No sólo trabajando por la familia, sino acompañando a todos los vecinos que perdieron todo. Ya comenzaron a trabajar en el primer paso de la reconstrucción, que es la limpieza y reforestación, para “ser flores en primavera”.

Amancay Muñoz, nieta de Tato, se refirió a él como uno de los tantos que tuvo la visión de “venir a habitar estas tierras en la época de dictadura, para construir una vida diferente para sus hijos y nietos. Agradezco profundamente que haya tomado esa decisión para nuestra familia y el haber podido crecer rodeada de libertad y bosques.

“Hoy esos bosques son carbón y ceniza, hoy su legado de tierra abundante y hogares para la familia se esfumó tras el voraz incendio".

48 AÑOS DE TRABAJO Y ESFUERZO

Paz Alvarez, una de las hijas de Tato, contó lo que sintieron con esta pérdida: “Mi familia perdió toda la chacra, ocho casas, tres generaciones (abuelo, hijos, hijas, nietos y nietas), más de 48 años de trabajo y esfuerzo.

“No se imaginan el dolor que es para la familia, más allá del valor de lo material, de los objetos personales y de las construcciones, ya que todos salieron con lo puesto”.

El valor sentimental “y la historia que tiene esta chacra donde crecí junto a todos mis hermanos, donde construimos nuestros hogares, donde criamos a todos nuestros hijos y sobrinos… Los recuerdos, los momentos, cada pedacito de ese bosque contaba una anécdota, cada frutal que nos daba kilos de dulce por año.

“Hoy son carbón y ceniza”.

SEREMOS FLORES EN PRIMAVERA

Por eso, la gran familia decidió pedir ayuda. “Muchos seres queridos a la distancia quieren colaborar y entonces decidimos pedir ayuda; nos vamos a unir para limpiar y reforestar la chacra.

“Antes del invierno queremos plantar muchos árboles frutales y árboles autóctonos, para en primavera comenzar a reconstruir nuestros hogares”.

“En estos momentos, más que nunca, crece y se fortalece la red de humanos sensibles que somos. No podrán acabar con nuestros corazones, seremos flores en primavera”, destacando a su nieta pequeña a la que “vemos correr con todo el empuje y fuerza entre los escombros”.

CUANDO ME VINE AL SUR

Mariela Pruski vive en la Comarca Andina desde hace 11 años. Hacía dedo cuando llegó: “Tato me levantó y me dijo, ¿No tenés dónde vivir machi?. Bueno, vení que yo tengo una casa para que te quedes”.

“Siempre me ayudó. El, Rosa Laurena Benítez, sus hijas Luz, Paz, Eva y Lía, sus nietos y Gloria Bacigalupi, que es quien nos alberga ahora y por suerte su chacra zafó de milagro.

“Yo viví muchos años en la chacra de Tato. En varias de las casas que estaban ahí. Todas esas casas ya no están más, son cenizas. Ahora Tato necesita una mano. Quiero ayudarlo como me ayudó él cuando me vine al Sur”.

AYUDA

Se está recibiendo ayuda para levantar la casa de Tato y la de su familia, se reciben donaciones económicas a través de distintas cuentas, materiales y herramientas para construcción y jardinería, voluntades para ayudar con la limpieza, diseño de la forestación y regeneración de los suelos, recolección de materiales para la reinstalaron de agua, luz y gas y en primavera se comenzará con la reconstrucción de los hogares.

Se está solicitando para la familia de Tato herramientas de jardinería, bomba, mangueras de 3/4 y tanques de agua para el servicio de agua; generador, cables de exterior, cajas térmicas para pilares para el servicio de electricidad; elementos para el cercado; plantas y árboles, materiales de construcción, herramientas de construcción.

Todo esto se recibe en El Bolsón, calle Mármol 1729, Paz Alvarez , (0294) 15-463-1647 y en Paraje Las Golondrinas - casa de Gloria - Camino los Ñires, 500 metros antes de la garita.