“Así nació la nieve”

“ASÍ, NACIÓ LA NIEVE”

Cuenta la leyenda que hace muchos años, en alguna región boscosa de la cordillera del Chubut, sucedió un espectáculo maravilloso.

En ese bosque encantado vivía toda clase de seres mágicos y entre ellos una familia muy especial. Esta familia estaba compuesta por una madre hada, un padre duende y un hijo elfo, que por ser ahijado de la Luna esta lo baño de su luz y lo volvió albino.

Nuestra historia y su magia tienen que ver justamente con este ultimo personaje, su nombre era Piren (nevar o nieve).

Entonces, Piren no era un niño mas en el bosque maravilloso, aunque él quería jugar con los demás, siempre debía cuidarse del sol puesto que su piel albina era muy delicada, también por su color tan llamativo los demás niños del bosque se mostraban sorprendidos cuando lo veían y esto lo hacía sentir incómodo. Así fue su infancia y pasaba mucho tiempo en soledad o alejado de los otros niños y solo jugaba con las ardillas, búhos, ciervos y conejos que no lo hacían sentir distinto, le gustaba trepar a los árboles y desde allí observar a todos, se sentía seguro cuando podía ocultarse entre el follaje de las altas copas de los árboles, pero cuando llegaba el otoño esto era un problema ya que los árboles perdían las hojas y entonces él debía otra vez aislarse en soledad.

Fue entonces que una noche de mucho frío salió a sentarse en la rama de árbol favorito y estaba tan triste de no tener amigos, que comenzó a llorar tan afligido que su madrina, la LUNA, lo pudo escuchar, se acercó para consolarlo, y le preguntó: “Mi niño. ¿Por qué lloras? ¿Hay algo que pueda hacer por ti?”

Entonces Piren entre lágrimas le respondió que se sentía muy solo, que los niños del bosque no gustaban de jugar con él, que cuando se caían las hojas, ya no podía disfrutar de sus paseos, por los árboles.

La señora Luna sintiéndose responsable de su dolor le explicó lo siguiente: “Piren, tu eres mi ahijado, y yo no podría hacerte daño cuando te regale mi brillo lo hice pensando en abrazarte todo el tiempo, pero también te regale otras cualidades, que, aun no las descubriste. Veras, tu tienes la magia de renovar la vida en el bosque, y de todo lo que hay en él. Llevas contigo la fortaleza de hacer brotar ríos y con tu magia crecerán tantos bosques como quieras. Déjame enseñarte”.

La Luna entonces le pidió a Piren que trepe a la parte más alta del árbol y le dijo que no tenga miedo, que ella le haría cosquillas para que él se riera. Estando en lo más alto, ella lo hizo reír y con sus carcajadas comenzaron la magia, primero aparecieron en el cielo los reflejos de las estrellas que parecían empezar a caer como lluvia, y cuando más fuerte reía el niño los copos de nieve empezaron a mecerse lentamente como si fueran elegantes plumas de gansos. 

En poco tiempo los cerros y el bosque entero quedaron cubiertos, todo era blanco y brillante como una perla bajo la luz de la luna. Todos los habitantes del bosque estaban maravillados, no podían entender lo que veían, ese niño tan raro y solitario estaba creando algo extraordinario.

Todos pudieron entender que la magia venia de él, y entonces le preguntaron ¿que era esto y que podían hacer? La Luna tomo la palabra y les respondió diciendo que este es un regalo que solamente el puede generar, que representa su pureza y la necesidad de seguir adelante en constante renovación. 

De esta manera Piren jamás volverá a sentirse solo, cuando ría, su risa traerá la nieve y con ella saldrán todos a divertirse, y cuando la nieve se vaya será tiempo de renovación y un nuevo ciclo empieza. Pero, cuidado, si por alguna razón se descuidase o se maltrate al bosque la presencia de la nieve será hostil con quienes no respeten los ciclos naturales. Este es un regalo lleno de vida para compartir y construir un lugar para todos, donde convivir en paz.  

Desde aquella mágica noche, Piren se divierte creando nevadas para invitar a todos a jugar, donde él se vuelve invisible para los demás

Algunos dicen que si pones atención puedes oír la risa mágica de Piren, dicen que empieza con un silencio ensordecedor que luego suena como un río de viento pasando por lo alto, si es de día el cielo se pondrá muy gris y se verá muy espeso, si es de noche el cielo se verá color naranja como si estuviera iluminado.

Por estos días me toca esperar, y aunque Piren ya nos está llamando hay que tener un poco de paciencia, para que nos juntemos a jugar otra vez. De mi parte le pedí al búho que le diga a Piren y a todos en el bosque, que nos veremos pronto.

                                                          Fin.