Fin de Semana

Fake news y falsas memorias, la realidad como farsa

La pandemia puso en evidencia un tridente temible: noticias apócrifas, desinformación y memorias falsas. La tergiversación y la mentira tienen consecuencias inmediatas, pero también pueden adquirir un carácter permanente a través de una memoria infiel.

por REDACCIÓN CHUBUT 04/09/2021 - 12.15.hs

Cepas que no existen, vacunas que transportan chips o imanes, barbijos que bajan las defensas de los niños, virus feroces capaces de vencer anticuerpos. Entre las cosas que perdimos durante la pandemia habrá que anotar la capacidad de asombro; la sorpresa ante rumores disparatados o información falsa dicha con la mayor seriedad.

La información falsa o abiertamente disparatada que suele circular tanto por las redes sociales como por los medios tradicionales podría causar risa sino fuera por su capacidad para resultar verosímil, su potencia para influir en la toma de decisiones y, en definitiva, por su capacidad para condicionar la vida cotidiana.

También por su incidencia en la formación de memorias falsas, en aquellos recuerdos que con el tiempo podemos llegar a considerar verdaderos, con impredecibles consecuencias en el futuro ¿Cómo recordaremos lo ocurrido? ¿De qué manera esa memoria influirá en las decisiones que, indefectiblemente, tendremos que tomar?

La combinación entre noticias apócrifas, desinformación y memorias falsas es anterior a la pandemia. Tal vez, lo único que esta hizo fue ponerla en evidencia. Sin embargo, todo parece indicar que el temible tridente llegó para quedarse. Al punto de preguntarnos en qué medida aquello que entendemos y percibimos como la real tiene que ver con lo que realmente está ocurriendo.

En algo de esto pensaron Candela León, Facundo Urreta y Matías Bonilla, investigadores del Laboratorio de Sueño y Memoria-ITBA, para poner en marcha un proyecto en el que estudian el cruce entre fake news y falsas memorias, como parte de las iniciativas que desarrolla la institución que coordina la bióloga e investigadora del Conicet Cecilia Forcato.

“La idea de fake news viene ganando fuerza en los últimos años. Con la irrupción de la pandemia, a las noticias falsas se sumaron la desinformación y la infodemia (pandemia de desinformación), conceptos que nosotros buscamos poner en relación con la creación de falsas memorias”, explica a Télam León, quien es licenciada en psicología de la Universidad de Buenos Aires.

 


 

NO ES LO QUE PARECE

 

 

“Comenzamos a recopilar trabajos que nos permitieron cruzar los conceptos de noticias falsas y falsas memorias. Uno de los pioneros es de 2013 y fue encabezado por el psicólogo social estadounidense Steven Frenda, quien se enfocó en eventos políticos fabricados”, comenta León.

La experta cuenta que el trabajo de Frenda consistió en manipular imágenes utilizando el programa de edición de imágenes photoshop para perjudicar tanto a Barack Obama, líder de los demócratas norteamericanos, como a George W. Bush, referente de los republicanos.

El experimento implicó en llevar adelante “un paradigma de desinformación, que es uno de los más habituales en la construcción de falsas memorias”. Este consiste “en brindar información a un grupo de personas, después pedirle que digan lo que recuerdan de ese hecho y finalmente devolverles la información modificada”.

 

“Frenda y su equipo -explica León- trabajaron con imágenes reales, por ejemplo, Bush yendo en auto a un acto, pero le agregaron la compañía de personas controvertidas”. Lo que observaron fue que “quienes se definían como republicanos tendían a aceptar las falsas noticias que perjudicaban a los demócratas y viceversa, los demócratas tendían a aceptar las noticias falsas que perjudicaban a sus rivales”.

“A esto en el trabajo lo llaman efecto de congruencia. Esto mismo se constató en distintos estudios que analizaron el plebiscito que en 2018 habilitó el aborto en Irlanda hasta en otros muchos más recientes, como los referidos al Covid”, asegura la experta, quien hipotetiza que un relevamiento similar sobre “la grieta” en la Argentina no arrojaría resultados muy diferentes.
 

 

DESPACITO, DESPACITO

 

“Las fake news son noticias falsas, que bien pueden tener un contenido falso completo o ser falaces en alguno de sus aspectos”, repasa la investigadora, quien, si bien se cuida de no revelar los actores y temas que están abordando en el estudio para evitar contaminar el trabajo de campo, comparte sus observaciones sobre las prácticas más comunes entre las empresas periodísticas.

“En los medios de comunicación lo que se observa es que a veces se da una noticia falsa siguiendo determinados intereses, pero que otras veces esto ocurre por no chequear correctamente las fuentes o por el apuro en dar primero una información”, detalla León, quien ejemplifica con el debate en torno a las vacunas, donde “algunos medios apuntaron directamente al plan de vacunación”.

El impacto de la tergiversación y la mentira a la hora de informar no sólo tiene consecuencias inmediatas, sino que a través de la formación de falsas memorias pueden adquirir un carácter duradero y afectar percepciones futuras.

“Las noticias falsas van a contribuir a que la gente construya recuerdos y creencias sobre cosas que nunca sucedieron”, sostiene Elizabeth Loftus, psicóloga cognitiva y ensayista estadounidense ,quien basa su trabajo en la memoria humana y es una de las referencias teórica de León y sus compañeros de investigación.

 

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