El futuro de la Argentina en la región afuera del Mercosur

No es difícil estar de acuerdo en que la actual estructura del comercio internacional inclina la balanza en favor de las economías desarrolladas y profundiza las actividades extractivas y reprimarizantes en las economías en vías al desarrollo y por ende, su rol de periferia.  Ahora bien: ¿Fue inteligente la decisión del Gobierno Argentino en apartarse de las negociaciones de Tratados de Libre Comercio (TLC) con el Mercosur?.

En términos concretos se sabe que los TLC, tanto con Corea del Sur como Canadá, son de una altísima precariedad, con enormes deficiencias heredadas del negociaciones previas realizadas por el macrismo. 

A pesar de esto, considero que la decisión política adoptada por el Gobierno peca en exceso de ideológica. Considero que Argentina se apresuró en la decisión de apartarse de las negociaciones. Si bien es cierto que  las condiciones de poder del país (pandemia, deuda externa, etc)  limitan su margen de maniobra, y por ende, sus capacidades de negociación, desde mi análisis, no era el momento de patear el tablero y levantar la bandera contra la estructura del comercio mundial.

En término reales, con esta decisión Argentina estaría cediendo espacios de poder. Tengamos presente que actualmente el país se encuentra acorralado por los demás integrantes del Mercosur, si a las cuestiones ideológicas nos remitimos. Brasil sostiene un claro dogmatismo liberal que lo lleva a avanzar cuanto antes en la firma de este tipo de tratados (sin considerar ninguna de las consecuencia fácticas que podrían generar sobre la economía real).

Considero que dentro de los objetivos ulteriores detrás de la estrategia del bolsonarismo, se destaca el acercamiento carnal con los EE.UU. y por ende, la pretensión de liderazgo comisario de la región (objetivo que no pudo cumplir Macri durante su presidencia). Por otro lado, Uruguay y Paraguay no ganan nada estando en un Mercosur que no les permite mejores condiciones para la importación extra-bloque.

De acuerdo con la normativa del Mercosur (resolución 32/00), los Estados Parte solo pueden negociar en conjunto, de manera que únicamente con modificaciones reglamentarias el resto de los Estados podrían avanzar en negociaciones unilaterales – algo que actualmente está en estudio conforme a lo informado por la Cancillería argentina.

Los riesgos económicos de que esto suceda son muy elevados para la Argentina, como consecuencia de los desvíos comerciales que se generarían, lo cual afectaría negativamente a muchos sectores de la industria nacional.

En síntesis, sostengo que el Gobierno falló en su decisión política, sin medir correctamente los elevados costos que puede traer aparejado esta posición y sin considerar la potencial ruptura del bloque que esto podría traer aparejado.  En mi perspectiva, lo mas adecuado hubiese sido buscar dilatar al máximo las negociaciones de estos TLC, teniendo en cuenta que tanto los gobiernos de Paraguay y Brasil (principales interesados en la temprana firma de los tratados), se encuentran en una delicada situación en términos de legitimidad. 

Por último, creo que concentrando los esfuerzos en las excepciones se puede conseguir en el marco de estos acuerdos, en pos de preservar las sensibilidades de Argentina, podría alcanzarse un mejor escenario que el que sugiere abrirse con la ruptura.

Nota de Franco José Vestuti (Lic. Relaciones Internacionales. - Universidad del Savador; Esp. Economía Politíca con Mención en Economía Argentina. – FLACSO Argentina)