El buque San Julián realiza tareas de mantenimiento en el muelle Piedrabuena
por REDACCIÓN CHUBUT 14/02/2016 - 00.00.hs
El San Julián, con sus 228 metros de eslora llegó a la ciudad para realizar diversos trabajos de mantenimiento, cosa que realiza con poca frecuencia, ya que es un buque que prácticamente no toca puerto.
“Básicamente son trabajos de distintos cambios de sistema de amarre, mantenimiento de tuberías, incorporación de nuevos equipos de navegación, esos son los trabajos más grandes. Después están los trabajos más chicos pero que demandan más cantidad de personas, como el pintado de tuberías y el antióxido”, explicó Nicolás Boubet, tercer oficial de cubierta del San Julián.
VISITANTES
Además de sus 27 tripulantes, cada uno de los días que permanece en Madryn, el San Julián recibe una importante cantidad de trabajadores de diversas empresas que son contratadas por la naviera para hacer los trabajos correspondientes. Según lo que contó Boubet, “dependiendo del tipo de trabajo, demanda más o menos personas, pero en total son alrededor de 30 personas que ingresan a diario mientras el barco está acá. Son de distintos talleres, de empresas subcontratadas por Antares Naviera, que vienen a realizar los trabajos que corresponden”. Incluso, la mayoría de ellos llegan a la ciudad desde diversos puntos del país para trabajar especialmente en el San Julián.
MaXIMA SEGURIDAD
Durante el rato que EL CHUBUT estuvo dentro del barco, los trabajadores que ingresaban eran registrados y todos entraban con ropa de trabajo, demostrando que la seguridad es uno de los puntales en el San Julián. Respecto a la posibilidad de algún tipo de accidente, el tercer oficial señaló: “En este tipo de trabajos no hay mucho riesgos porque estamos totalmente limpios, sin nada de crudo, los tanques están totalmente vacíos y sin remanente, pero siempre hay algún riesgo eléctrico, alguna posible emisión de gases. Por más que está todo revisado y chequeado como para trabajar, nunca se está exento de eso”. Desde su llegada a Madryn, pudo escucharse desde algún sector acerca del supuesto riesgo ambiental que podría traer el San Julián, aunque desde el propio barco lo negaron rotundamente: “Se realizó una limpieza muy profunda que se le hace cada tres, cuatro o cinco años, que fue previa a venir a amarrar al muelle, así que el barco está totalmente limpio y no tiene ningún peligro de emanación de gases ni de pérdida de algún tipo de combustible”, aseguró Boubet.
DE BOYA A BOYA
Por último, el tripulante que dialogó con EL CHUBUT, contó brevemente qué tipo de buque es el San Julián: “Es un barco crudero, que básicamente hace el transporte del petróleo crudo desde las caletas hasta Puerto Rosales. Generalmente no toca puerto, lo que hacemos son de boyas de carga a boyas de carga y como cualquier barco nacional o extranjero, los tripulantes cumplen un contrato y al finalizarlo son relevados por otros tripulantes”.
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