José Luis Palliñanco: un aficionado a la música que conoce el alma de los acordeones
José Luis Palliñanco es de Esquel. Desde su adolescencia ejecuta música de oído y su amor por la música y por los acordeones lo ha llevado a conocerlos en profundidad. Realiza reparaciones, mantenimiento y afinación de estos complejos instrumentos.
por REDACCIÓN CHUBUT 20/11/2023 - 09.51.hs
José Luis Palliñanco es de Esquel, criado donde siempre se ha escuchado y bailado música campera, y desde muy chico "anduve entreverado con los acordeones", dijo a Suplemento "Meseta & Pueblos" de diario EL CHUBUT, en ocasión de recibir a este medio en su casa, ubicada en el barrio Newbery de Esquel.
"Yo no soy luthier, soy un aficionado a los acordeones porque toco desde muy chico; anduve entreverado entre los acordeones y eso me llevó a meterme en el interior de estos instrumentos", dijo, para señalar que repara acordeones, realiza el mantenimiento de los mismos y "realizo algo de afinación".
El trabajo con los acordeones "es muy complejo y hay que repararlos despacio. Comencé de chico a meterme en el interior de estos instrumentos, a reparar sus roturas, a hacer algo de afinación, pero para esto hay que tener mucho conocimiento.
"Arreglar un acordeón requiere de paciencia y de tiempo", señaló, indicando que desde hace varios años le llevan estos instrumentos para que los arregle: "Recibo acordeones a botones, verduleras y a piano".
Describió que el acordeón verdulera "es el acordeón de 8 bajos y de atónico, y se llama así porque tiene 21 teclas, y es así como se arranca"; después el acordeón a botones "tiene 80 bajos" y luego está el acordeón a piano.
José Luis tiene un acordeón verdulera con una antigüedad de más de 20 años, "y la encontré por intermedio de un hermano más chico que la consiguió por un vecino, así que como él no la tocaba, se la pedí y me la vendió. Entonces la mandé a reparar, se le puso el fuelle nuevo y se le hizo la afinación. Yo le coloqué la madera".
El acordeón, indicó, "es un instrumento que requiere de muchos cuidados. Hay que cuidarlo de la humedad, de las altas temperaturas; trae un encerado (que es el ensamble de las flautas) y eso amerita cuidados, porque es lo que mantiene la sonoridad del instrumento".
José Luis estima que hace 30 años toca el acordeón, integra un conjunto llamado "Ñapoli", grupo pura y exclusivamente chamamecero "que no lo inicié yo, fueron otros chicos. Yo siempre toqué chamamé, música clásica, campera, todo lo que sale del acordeón. Con el acordeón a piano toco pasodoble, rancheras, foc tróx, algo de cumbia, que es lo que hoy le dicen cumbia campera: la música sigue siendo la misma y por ahí han cambiado la letra".
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