Mujeres

Té gales, cultura y tradición

Marcia Lloyd Jones es nacida en Dolavon, en una chacra junto al rio llamada TU GERLAN. Vivió allí hasta los 12 años, cuando se trasladaron junto a su familia al pueblo para que ella pudiera comenzar la escuela secundaria.  “Siempre la chacra fue nuestro lugar, me gusta el sol y el aire libre”. Con el tiempo, se mudó a Gaiman, y hoy reside en Puerto Madryn, ciudad  adónde arribaron alguna vez  sus abuelos y bisabuelos.

por REDACCIÓN CHUBUT 24/09/2023 - 14.46.hs

“Siempre vivimos la cosa galesa, en las capillas. Estoy llevando el té gales a las escuelas y les cuento lo importante que eran antes esos lugares donde trascurrían varias actividades donde una de ellas era servir el té” afirma.

 

Sus inicios fueron de muy chica, ya que trabajó mucho tiempo en las casas de té y viendo a su abuela y su mamá preparar las clásicas tortas galesas, scones, pan casero.

 

“No participaba tanto de la cocina junto a mi mamá o mi abuela, pero a veces no es tanto lo que uno hace sino lo que uno observa. Cuando viste poner tantas veces las tazas de cierta manera, por ejemplo, ya te queda, asique cuando lo tenes que hacer ya sabes. Es lo que yo observé siempre. A veces mi mamá me daba alguna participación como batir, por ejemplo y yo lo hacía para ayudarla”.

 

De esta manera, Marcia, de tanto ver aprendió todo y lo incorporó a su vida siempre. “Cuando empecé con el té, yo no podía creer como podía hacerlo como si lo hubiese hecho siempre, y era la primera vez que lo hacía”.

 

A su vez, Marcia cuenta que, en su familia, siempre tuvieron como rutina el “té cena”.  Y eso trata de explicarles también a sus alumnos en las escuelas, donde hoy enseña sobre la cultura galesa, sus tradiciones e historia. “Antes los hombres llegaban de trabajar a sus casas en las chacras después de haber pasado todo el día fuera, y era el momento de encontrarse con la familia. Se servía el té y había de todo, dulce y saldo. Después del “té cena” ya todos en la familia se acostaban temprano para poder ir a trabajar a primera hora del otro día. Esa era la costumbre” asegura.

 

Marcia confiesa que no lleva otra sangre que no sea galesa y que aprendió a hacer la repostería tradicional con lo que tenían en la casa. “Mi repostería no es muy específica. Es la que aprendí y viví, y la que considero que tiene que ver con la chacra y con esta impronta galesa que es lo mío. Siempre hicimos pan casero, scones, que son lo clásico, además de tortas y tartas, y el dulce orgánico que hago con la fruta de la zona, como pueden ser damasco, membrillo, ciruela y citrón”.

 

Marcia deja en claro que ante todo ella es docente, y esa es su gran pasión. “La docencia siempre fue parte mía y también lo traigo de herencia, viene desde antes en mi vida. Amo dar clases. Estudié para ser docente. Me recibí y ya tenía mi primer hijo. Y seguí estudiando y trabajando. Siempre dando clases por las chacras de la zona”.  De chica estudiaba música, y casi fue maestra de música, solo le faltó un año. Marcia canta con coros, y aprovecha su tiempo y gustos musicales para compartir cantando con sus nietos y sus hijos, además de tocar un poco la guitarra y el piano.

 

Hubo un momento en el que estuvo por mudarse a la ciudad de Comodoro Rivadavia y pensó en hacer algo mas sumado a las clases. “Siempre estoy buscando algo mas para hacer. Mi papá era así también, siempre iba a contramano y buscando, eso lo heredé de él. Yo ya tenia mi trabajo y mis cosas, pero quería algo más y ahí se me ocurrió llevar el té a las casas de las familias de allá”.

 

Finalmente, la mudanza a la ciudad de Comodoro no se concretó, pero la idea de llevar el té gales a los hogares le quedó dando vueltas por un largo tiempo, hasta que recibió la visita de una amiga de Buenos Aires que quería conocer la zona chubutense. Al conocer la historia de la chacra, de sus ancestros y la cultura galesa le preguntó qué había pasado con esa idea y ahí fue el puntapié para retomar el proyecto.

 

De esta manera, arrancó a promocionar este servicio y comenzó con tres juegos de vajilla. En plena pandemia, además, realizó el servicio de delivery de bandejas de tortas y tartas.

 

Al liberarse el aislamiento por la pandemia, Marcia se animó a seguir con la dinámica de las tortas, dar clases y servir el té en las casas.

 

Actualmente Marcia vive en Puerto Madryn y  lleva su servicio de té gales y entrega de tortas por toda la zona, incluyendo Trelew, Rawson y Playa Unión, entre otros.

 

“Mi te gales es a domicilio, con vajilla mantelería, pastelería música ambiental y un rincón de libros. Todo eso lo llevo a la casa y lo preparo. Lo dejo hasta el día siguiente. Cosa primordial es que se disfrute, como un asado o una salida familiar. He llevado a Rawson y capaz vuelvo uno o dos días después. Porque la idea es que lo disfruten todo de la mejor manera”.

 

El servicio además incluye una infinidad de cosas ricas y caseras como pan casero, con dulces y manteca, scones, las tortas a la plancha clásicas galesas, la torta negra y de crema, dos variedades de tarta de manzana, pastafrola, torta de nuez, torta de ciruela, lemon pie, entre otras. “Todas recetas que fui aprendiendo desde mi infancia.”.

 

“Hago una producción desde para dos personas o servicio para varias personas. La vez pasada realicé un servicio en Las Plumas para el día de la madre. 200 mujeres servimos. Todo yo sola con mis hijas que me ayudan. Mis dos yernos también ayudan. Mis hijas cocinan perfectamente ya como yo, saben como va todo, la música, el mantel, los ramos de flores, etc. Todo tiene un protocolo. Todo tiene que estar bien. Sea para dos o para cincuenta personas”.

 

Como su cabeza nunca para y la inquietud es constante, este año Marcia pensó en hacer nuevamente algo diferente y comenzó a llevar todo esto a las escuelas. “Publiqué el proyecto y enseguida serví el té para 99 alumnos”.

 

Así es como hoy en día Marcia recurre a las escuelas para contarles a los mas chicos sobre las tradiciones y la cultura galesa. “Llevo proyecciones, les canto, llevo objetos, les cuento mi historia. Llevo fotos de las capillas, y hablo mucho sobre la cultura galesa. El té va como un anexo a todo el aprendizaje. Los chicos hacen preguntas divinas y se re prenden. Les canto en galés. Así, van absorbiendo la cultura galesa.”.

 

 “Yo soy maestra antes que todo, cuando a vos te gusta leer, tus alumnos van a leer, uno lo emana, y esta propuesta fue una nueva hermosa manera de volver a las aulas”.

 

Marcia destaca la importancia que sus abuelos han tenido en su vida, con ellos compartió mucho y guarda los mejores recuerdos que siempre lleva consigo misma. “Hasta el día de hoy la nombro a “mi Nai” y es un amor para siempre. Hoy la llevo incluso en el nombre de mi emprendimiento, MONA LOWISA”.

 

Su intención es siempre que el té gales y la cultura galesa lleguen a todos lados y se conozca la historia.  “Me encanta contar mi historia, mis raíces. Llevo mi cultura a todos lados”.

 

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