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Se registran alrededor de 300 casos al año de Síndrome Urémico Hemolítico en el país

Hoy se conmemora el Día del SUH, una fecha destinada a concientizar sobre la prevención de esta enfermedad que afecta principalmente a niños pequeños.

por REDACCIÓN CHUBUT 19/08/2025 - 09.46.hs

El Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) es una enfermedad grave y potencialmente severa, que constituye la principal causa de insuficiencia renal aguda en la infancia en nuestro país. Cada año se notifican alrededor de 300 casos, la mayoría en menores de 5 años, aunque puede aparecer a cualquier edad.

 

La patología se caracteriza por la destrucción de glóbulos rojos (anemia hemolítica), una disminución de plaquetas (trombocitopenia) y fallas en la función renal, lo que puede derivar en complicaciones que también comprometen al sistema nervioso central.

 

Cada 19 de agosto se recuerda el natalicio del Dr. Carlos Gianantonio, pionero en el diagnóstico y tratamiento del SUH, y la fecha se utiliza para reforzar la importancia de la prevención. La manipulación adecuada de los alimentos y el lavado frecuente de manos son medidas básicas para reducir los riesgos.

 

En Argentina, el SUH es de notificación obligatoria y, aunque con diagnóstico precoz y atención médica la mayoría de los pacientes logra recuperarse, pueden quedar secuelas permanentes.

 

“La mayoría de los casos registrados en el país son provocados por una cepa de la bacteria Escherichia coli productora de toxina Shiga (especialmente la E. coli O157:H7). Esta toxina daña los vasos sanguíneos, en particular los del riñón, lo que desencadena el cuadro clínico", explicó la Dra. Valeria El Haj.

 

La especialista detalló además que la infección puede transmitirse “a través del consumo de carne mal cocida, sobre todo picada, productos lácteos o jugos sin pasteurizar, frutas y verduras contaminadas, agua no segura o por una higiene deficiente de manos, utensilios y superficies. También es frecuente la transmisión de persona a persona entre niños, especialmente en espacios como guarderías o jardines”.

 

Los síntomas iniciales suelen manifestarse con diarrea acuosa, que en muchos casos se vuelve sanguinolenta, a la que pueden sumarse vómitos, dolor abdominal, palidez, fiebre baja o ausente, disminución en la orina y cambios de ánimo como irritabilidad o somnolencia. En cuadros graves, puede haber convulsiones o complicaciones neurológicas. Ante estos signos, se recomienda la consulta médica inmediata.

 

El diagnóstico se realiza con análisis de sangre, estudios de función renal y coprocultivo para detectar la bacteria. Aunque no existe un tratamiento específico, el abordaje incluye internación, control estricto de la función renal, hidratación intravenosa y, en situaciones severas, transfusiones o diálisis.

 

Por eso, la prevención es la mejor herramienta. “Los niños pequeños, los adultos mayores y las personas con inmunocompromiso constituyen los grupos de mayor riesgo. Cocinar completamente las carnes, evitar productos no pasteurizados, higienizar frutas y verduras, mantener la limpieza de utensilios y superficies, y lavarse las manos frecuentemente, sobre todo luego de ir al baño, cambiar pañales o tener contacto con animales, son medidas fundamentales para reducir el riesgo de infección”, concluyó la especialista de Ospedyc.

 

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