La Justicia investiga presunto espionaje y persecución contra el vicegobernador Sastre

Las diferencias entre el gobernador Mariano Arcioni y el vicegobernador Ricardo Sastre terminaron de estallar con un hecho de extrema gravedad: Una denuncia que deja entrever que la Policía está monitoreando y siguiendo de cerca todos los movimientos de Sastre y su familia.
Las sospechas duraron apenas un par de horas y se transformaron casi en forma inmediata en hechos concretos, debido a las pruebas que aportó el vicegobernador frente al fiscal de Puerto Madryn, Daniel Báez y a las que accedió EL CHUBUT en forma exclusiva. 
Pero las dudas se terminaron de disipar cuando el ministro de Seguridad, Federico Massoni, y el jefe de la Policía del Chubut, Miguel Gómez, ratificaron que las dos personas que se encontraban en el auto con vidrios polarizados estacionados en la puerta de la vivienda de Sastre eran integrantes de la Brigada de Investigaciones del área de Drogas Peligrosas de Puerto Madryn (ver recuadro).
Desde el sastrismo sostienen que se trata de «un pase de facturas» por la interna que comenzó cuando Arcioni trató de «miserables» a Sastre y al intendente de Trelew, Adrián Maderna, dos de los principales aliados políticos que cimentaron el triunfo de las últimas elecciones.

LA GENESIS DE LOS HECHOS
El 10 de febrero a las 23:22, Sastre se encontraba en la puerta de su casa junto a su hijo menor. También estaba presente el intendente de Puerto Madryn, Gustavo Sastre junto a su esposa, que se retiraban de la vivienda del vicegobernador. 
En ese momento, un Renault Sandero de color negro, con vidrios polarizados y sin patente frenó frente al edificio ubicado frente al mar sobre la calle Boulevard Brown.
El vicegobernador notó en forma instantánea algo llamativo y se aleja del auto. Segundos después, sale a la vereda para tomarle una fotografía con su celular y el vehícuo se retiró inmediatamente.
Al día siguiente, Sastre cruzó información con fuentes cercanas a él y tomó la decisión de presentarse en Fiscalía para relatar los hechos. Realizó una exposición narrando lo acontecido en la noche anterior, aportó como prueba la filmación de las cámaras del edificio y añadió a dos testigos que le habían dejado entrever que querían «tirarle un carpetazo». El fiscal Báez inició la investigación por presunta persecución y amenazas y llamó a declarar a dos agentes de la fuerza policial. Este último viernes, el vicegobernador se volvió a presentar para ampliar su exposición.

TESTIMONIALES
La causa que inició Báez por amenazas avanza rápidamente y ya se presentaron testigos a declarar. Uno de ellos fue un policía de la ciudad cordillerana, quien fue uno de los que le adviritó al vicegobernador que desde la fuerza provincial «estaban intentando armarle una causa», presuntamente vinculada a drogas.
Desde el sastrismo sostienen que se trata de «carpetazos» por las profundas diferencias que se desataron en las últimas semanas a partir de las declaraciones de Arcioni, que trató de «miserables» a sus aliados políticos Sastre y Maderna, y que los tildó de «esconderse debajo del escritorio» a la hora de buscar consensos dentro de la Legislatura. 
El jefe de la Policía, Miguel Gómez, se puso a disposición del fiscal Báez para brindar los datos que sean necesarios. 

LA SITUACION SE «BLANQUEO» EN DOS REUNIONES
La primera vez que el tema de la persecución, espionaje y hasta el intento de intervenir el teléfono del vicegobernador salió a la luz fue en la reunión de bloque de Chubut al Frente, en la que participaron 9 de los 16 legisladores que integran el espacio.
En ese encuentro, los diputados de Puerto Madryn expusieron y dieron detalles sobre la situación que estaba afrontando Ricardo Sastre. Una de las diputadas que responde al Gobernador, minimizó el tema y llegó a decir que «si estaba efectuada la denuncia no había mayores problemas». La segunda vez que se oficializó el tema fue en la cumbre entre Arcioni, su gabinete y los diputados provinciales, a la que no fue invitado llamativamente el vicegobernador.
En esa reunión los legisladores del sastrismo volvieron a dejar en claro que la Policía «estaba monitoreando y siguiendo al vicegobernador», afirmación que fue desechada y desmentida en ese mismo cónclave por Massoni.