Puerto Madryn

Laura Ferro presentó su libro en Pirámides

Laura Ferro presentó su libro llamado “Lo salvaje apareció en mis sueños” el viernes en la Biblioteca Popular Asunción Cobo de Puerto Pirámides. En la mesa de presentación fue acompañada por Rita Carrizo, la vicepresidenta de la biblioteca.

por REDACCIÓN CHUBUT 28/02/2020 - 00.00.hs

“Como presentación personal, soy Fotógrafa y Psicóloga. El libro es una búsqueda personal en la cual se entremezclan diferentes capas de la historia. El mismo incluye fotografías de paisajes, material de archivo familiar de fotografías desde el año 1900 hasta la fecha, y textos oníricos escritos en forma de poesía, entre otras cosas” se presentó la escritora añadiendo que “la presentación consistió en una charla donde compartí el proceso de seis años de investigación y edición de la obra. Fue como mirar la historia desde un caleidoscopio, donde las diferentes capas y puntos de vista de una historia se entrelazan.
Luego, compartí una proyección audiovisual donde se relata el prólogo del libro acompañado por imágenes. 
Finalmente, con Rita abrimos la mesa de preguntas al público. Fue una iniciativa interesante que generó un intercambio muy enriquecedor entre las personas presentes. Me parece importante compartir y presentar este libro en Puerto Pirámides, ya que es una parte de la identidad de un territorio. Es un deber compartirla con la comunidad y en la Península, lugar donde esta historia y proyecto tuvo su nacimiento.
El año pasado gané la beca del Fondo Nacional de las Artes para un proyecto fotográfico en el que estoy trabajando este momento en Península Valdés. Es mi siguiente búsqueda atravesada también por esta geografía”.

 

“TENEMOS UN PAISAJE
QUE NOS ATRAVIESA”
“Nunca conocí a mi abuelo Emilio. A través de sus valijas colmadas de diapositivas y de sus palabras escritas en libros, pude sentir cómo el desierto lo atravesaba. Ese escenario heroico de viento y vacío reclamaba su presencia, lo llamaba a un destino incierto. 
En sus fotografías, y en aquellas de los que le siguieron, vi fragmentos de un territorio una y otra vez a lo largo de distintas generaciones, como si algo de ese paisaje nos mantuviera gravitando sobre él. Un horizonte infinito e invisible, un espacio definido por la ausencia, marca a una familia que mira hacia donde no hay nada que ver.
Es la naturaleza, mutable, eterna, la que nos observa y nos retrata. Es el perfume del instante en esa tierra el que persiste y me recuerda el pasado compartido. Todos tenemos un paisaje que nos atraviesa al mismo tiempo que intentamos atraparlo. Como si abriera el cajón de un mueble viejo, fui rescatando fósiles, clasificando mapas, ordenando fotos, dibujos, cartas y diarios de viaje. Como la arqueóloga del archivo familiar, fui reconstruyendo una historia, sus múltiples dimensiones, sus sombras. 
Haciéndola girar, la miré de distintas maneras. De la vida de un hombre a la fundación de una familia, una tribu, un pueblo. De la fuerza abismal del territorio a los primeros mapas, la medición, la ocupación y el dominio. De los restos fósiles de un pasado a las caminatas por el desierto sin margen, sombrío. Estuve suspendida en los bordes del reconocimiento, fui el hombre perdido en el paisaje. 
Lo salvaje apareció en mis sueños en forma de animal.

 

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