MITOS Y LEYENDAS

El Trauco, ser mitológico que seduce a las mujeres y las embaraza

Uno de los seres que la mitología de la Isla de Chiloé o Isla Grande tiene entre sus predilectos, es el Trauco. Un hombrecillo feo y deforme de baja estatura, de no más de 80 centímetros que vive en el bosque, pero muy cerca de las casas donde hay mujeres jóvenes, a quienes seduce con sus artes mágicas, las enamora y las embaraza.

por Por Adolfo Pérez Mesas 06/03/2021 - 11.41.hs

El Trauco se ha transformado en la Isla de Chiloé y en todo el archipiélago, el culpable cuando las jóvenes quedan embarazadas y sus "victimas" no saben cómo ocurrió. Es una excusa creíble que borra la deshonra de la familia, al echarle la culpa a este ser misterioso, al que no pueden atrapar, aun cuando salen a buscarlo por el bosque. Es que puede transformarse en una rama o en una vulgar piedra.

 

La creencia popular lo presenta de distintas formas, tal vez, al contar sus andanzas, las abuelas le van agregando más elementos para mostrarlo a veces como un ser maligno y otras como un hombrecillo inofensivo, todo depende de la imaginación de la narradora. En el fondo de la cuestión, es que la presencia del Trauco en la isla de Chiloé y sus alrededores, ha derribado prejuicios y pecados muchas veces inculcados por la iglesia, frente a las relaciones sexuales antes del matrimonio o quienes aspiran a recibir en el altar a una virgen. Culpando al Trauco, todo es entendible.

 

En un pueblito semiabandonado a 10 kilómetros de Puerto Montt, en los años ‘60, una mujer soltera, fue víctima del Trauco. Cuentan que desaparecía de su hogar y su familia salía a buscarla por los montes cercanos donde la encontraban atada a un tronco de alerce.

 

Esto ocurría cada cierto tiempo y así llegó a concebir tres hijos, sin que nadie supiera quién era el padre. La explicación familiar para superar cualquier deshonra era que estaba poseída por el Trauco, quien la raptaba y daba rienda suelta a sus más bajos instintos. Con los años se supo que sus embarazos eran coincidentes que el arribo de campamentos de trabajadores que llegaban al pueblo para abrir calles y caminos, al año siguiente el tendido eléctrico y cuando instalaron el teléfono como tercera obra pública, se cayó el mito y se supo la verdad.

 

La revista ciudadana de Chiloe, llamada "El Chucao", hace 10 años atrás publicó una nota sobre el Trauco y uno de sus entrevistados contestó que este famoso personaje, se había ido de la isla, "se fue hace años a Santiago, en los años 80, pasó a la clandestinidad"`, dijo convencido el entrevistado. "¿Por qué cree que han aumentado tanto los embarazos de adolescentes en la capital estos últimos años? ¡El Trauco pues!" le contestó a su encuestador.

 

Volviendo al misterioso seductor, dentro de las artesanías que venden en Chiloé para llevar como recuerdo de su paso por la isla, el Trauco es uno de los preferidos por los turistas.

 

Cuando el Trauco merodea por las casas, la familia se pone en alerta. Las primeras manifestaciones de la maléfica presencia es cuando comienza a aparecer en los sueños de las hijas casaderas. Se esconde en el bosque más cercano y desde allí observa, ingresando en los sueños de su víctima para conquistarla, presentándose como como un joven elegante y buenmozo, como una especie de príncipe azul. Muchas veces anuncia su presencia dejando sus heces en la puerta de la vivienda, señal que pronto ingresará al cuarto. Es ahí donde la familia actúa para evitar el ultraje y la única manera de alejarlo, dicen las abuelas, hay que poner sobre la mesa un puñado de arena, árido que lo atrae sobre manera, entonces el Trauco se entretiene contando los granitos de arena y en esa tarea llega el amanecer, entonces frente a luz natural escapa sin haber logrado su cometido.

 

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