Regionales

Organismos inútiles

En todas las épocas han existido organismos, principalmente del Estado, cuya finalidad deja mucho que desear, pero que indudablemente cuestan una importante suma de dinero, y cuyas acciones no se justifican sino para que algunos aprovechen de ese espacio para pasarla bien a costillas de ese Estado, ya que los resultados son de dudosa operatividad.

Es así que se van sumando a la estructura gubernamental varias dependencias que en la práctica no tienen razón de ser, o se dimensionan de tal manera que terminan siendo una carga inútil para el presupuesto. Generalmente estos organismos pasan a cumplir funciones que ya otros compartimientos de la estructura realizan.
En estos días se propicia la creación de un Consejo Provincial de Obras Sociales, desconociéndose el motivo de tan brillante idea, aunque se alega que eso se realiza para evitar los inconvenientes que actualmente ocurren con los prestadores médicos por falta de pago. Más allá de las interpretaciones que se hagan sobre las atenciones que se efectúan a los pacientes, existe una realidad que no puede desconocerse y es que el organismo de administración de los fondos provinciales para la atención de los jubilados y la obra social han sido «saqueados» durante años en razón de que los recursos presupuestarios de la provincia fueron insuficientes para hacer frente a las erogaciones que ha contraído, de tal manera que desvirtuando lo establecido en la Constitución Provincial en sus artículos 75 y 76 los fondos que deberían dar sustento a ese acto previsional, han sido desviados, razón por la cual hoy no se puede pagar en tiempo y forma a los acreedores.
 Entonces a quienes corresponda compete la responsabilidad de dar cumplimiento a la Carta Magna Provincial, de no ser así, en un contexto de orden jurídico corresponde, a mi entender, iniciarse acciones legales por tal atropello. Desde ya que una inmensa situación de años de hacer las cosas mal, los responsables son muchos, pero debe estar en las mentes lúcidas el corregir ese problema, pero no insinuando el desvío de los intereses de los beneficiarios tras ideas que dejan muchas dudas de cual es el objetivo perseguido.   Indudablemente como en todas las cosas de la vida hay sus pro y sus contra, pero cuando algo deja lugar a las dudas, es mejor dar paso al raciocinio y analizar y estudiar antes de proponer ideas que no están del todo claras, y  dejan interrogantes a los beneficiarios, más allá de creer que se hace un bien se puede estar haciendo un mal. Es de esperar que los que tengan que ver en todo esto tengan la suficiente visión de lo correcto. El futuro de lo ordenado y de los beneficiarios se los agradecerá.

 


 

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