Policiales

Hallaron drogas y armas en las casas de «abuela narco» y su hija

Al final, la Gendarmería secuestró drogas y armas en los allanamientos que en Trelew les hicieron entre el viernes a la noche y la madrugada de ayer a una mujer de más de 70 años a la que en el ambiente la conocen como «la abuela narco» y a su hija, quien fue testigo clave y protegida por la Justicia en la investigación del crimen del chico Julián Antillanca.

por REDACCIÓN CHUBUT 29/04/2012 - 00.00.hs

Tal como se había adelantado ayer en estas páginas, para ambas había órdenes de detención dispuestas por la Justicia Federal de Rawson y en efecto, las dos quedaron detenidas con prisión domiciliaria en sus respectivas viviendas atendiendo las realidades que presentan; una es una mujer mayor y la otra tiene hijos pequeños, según explicó una fuente judicial consultada por la situación procesal de las imputadas.
Ambas eran investigadas, filmadas y fotografiadas en los últimos meses por personal de incógnito de un grupo especial dependiente de la «XIV Agrupación Chubut» de Gendarmería Nacional con asiento en Rawson. El mismo que con el apoyo logístico del Escuadrón Núcleo llevó a cabo los procedimientos.

 


Según se supo, a «la abuela narco» le encontraron «entre cinco y siete envoltorios» de droga en el allanamiento que los gendarmes le hicieron en su domicilio del barrio Progreso de Trelew. Y a su hija, la testigo clave del caso Antillanca, le habrían incautado de su vivienda dos armas de fuego -presuntamente ilegales- y «unos pocos gramos» de estupefacientes. Aunque para los investigadores habría suficientes elementos de prueba para llevarlas a juicio.

 


La muchacha fue durante la investigación la testigo clave del crimen de Julián Antillanca la testigo clave que tuvo la Fiscalía. Fue quien dijo haber visto la mañána del 5 de septiembre de 2010 a uno de los imputados bajar de un patrullero el cuerpo del muchacho para arrojarlo a la vía pública.
Ayer se comentaba que ella y su madre serían indagadas recién sobre el final de la semana que viene por la Justicia Federal en Rawson. Se rumoreaba que habría «escuchas telefónicas» realizadas por los gendarmes que podrían comprometer a «otras personas», y no se descartó la posibilidad de que éstas terminen -al menos- siendo mencionadas en el expediente.



 

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