Cuatro policías fueron condenados por el asesinato de Julián Antillanca
por REDACCIÓN CHUBUT 07/07/2015 - 01.02.hs
Los policías Martín Solís, Jorge Abraham y Laura Córdoba fueron declarados culpables por «homicidio agravado», mientras que el comisario Carlos Sandoval fue condenado por «encubrimiento agravado». En tanto, el oficial Pablo Morales -chofer del patrullero que trasladó el cuerpo del joven- fue el único acusado que resultó absuelto.
Tras escuchar la sentencia de los jueces Adrián Barrios, Darío Arguiano y Marcelo Di Biasse, el padre de la víctima, César Antillanca, consideró «contundente» el fallo y dijo que la sensación es la de «cobrar el trabajo realizado».
En diálogo con los periodistas, aclaró que junto a sus asesores legales revisará el fallo para ver si se puede recurrir, teniendo en cuenta que «faltó mucha gente en el banco de los acusados».
«Quedó demostrado que en el juicio anterior fueron mal valoradas las pruebas», agregó el padre del joven, que tenía 19 años cuando fue asesinado a golpes el 6 de septiembre de 2010. La madrugada de ese día, Antillanca salió del boliche Ku con amigos y a los pocos metros del local fue abordado por los policías que se movilizaban en un patrullero de la Central de Comandos. Según los testimonios en este juicio, los uniformados golpearon al joven, lo subieron al patrullero y luego lo abandonaron sobre la ruta simulando que había muerto atropellado en un accidente de tránsito.
En la audiencia del viernes Antillanca habló ante los jueces y dijo: «Yo acuso, señores del tribunal, con total autoridad y con total honestidad, a estos señores de haber sido los matadores de sueños, de lágrimas, de risas y de haberle quitado la vida a mucha gente». En ese sentido, apuntó que además de matar a su hijo Julián también dañaron a sus hermanos: «Ayelén es una chica triste; Tomás, es un nene triste» y «su madre es una mujer devastada».
«La culpabilidad está probada», subrayó el abogado de la Comisión por Justicia y contra la Represión de Trelew, Lucas Krampotic.
La única civil implicada en la causa, Gabriela Bidera, fue beneficiada con la suspensión de juicio a prueba y deberá realizar tareas comunitarias en una escuela de Puerto Madryn. Al finalizar la lectura del veredicto, la madre de uno de los policías condenados tuvo un altercado verbal que casi termina en un enfrentamiento a golpes con una de las testigos clave.
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