El enigmático caso del «convicto» desaparecido hace más de un mes en Trelew investigado como un posible crimen

Al menos tres individuos -supuestamente conocidos suyos- fueron la noche del 4 de noviembre a atacarlo al lugar en donde estaba viviendo y tras darle una feroz paliza y balearlo -aseguran testigos del vecindario- se lo habrían llevado para ese baldío cercano en el que en medio de la oscuridad de la noche lo habrían vuelto a golpear y a dispararle. 
Desde ese momento no se supo más nada de él y las autoridades, creyendo las versiones recogidas entre algunos vecinos, empezaron a indagar un posible homicidio. Cosa que continúan haciendo aún hoy, pese a disimiles versiones que han trascendido desde los mismos investigadores. 
La feroz agresión de la que habría sido víctima Valdez y su posterior desaparición sucedió en un sector de terrenos usurpados ubicado en el extremo oeste de Trelew. El lugar es conocido como el barrio Costanera y en el descampado la Policía encontró al día siguiente en una inspección que realizó con un perro amaestrado en búsqueda de cadáveres un calzoncillo manchado con sangre, un pantalón y un par de zapatillas que serían del «desaparecido». Ese mismo baldío volvió a ser rastrillado hace poco en una diligencia que no dio ningún resultado, según se conoció. 
Valdez era conocido en el ambiente como «El Porteño». Es un individuo que estaba escapado de la Justicia desde 2024 ya que no había regresado a la cárcel desde una de sus salidas transitorias. Según se supo estaba por terminar de purgar una condena de varios años de prisión por un doble homicidio, aunque también se conoció en los últimos días que debía enfrentar otro proceso penal en el que se lo imputaba de un abuso sexual, el de una menor. Ahora se supo que el padre de este sujeto estaba procesado en una causa similar. 
El misterio sobre qué le pasó al convicto fugado de la Justicia, del que creen que fue asesinado; continúa. Aunque ahora con esta versión que trascendió, de que podría estar vivo y oculto en algún lugar de Trelew; ha obligado a los investigadores a intensificar vigilancias y buscar más testimonios.