Puerto Madryn

Dejó de existir Néstor “El Vasco” Bezunartea

Ayer a la edad de 83 años, dejó de existir en nuestra ciudad, el contador Néstor Bezunartea, “El Vasco” como lo llamaba cariñosamente su amplio núcleo de amigos.
Néstor Bezunartea Machinea, había nacido en Puerto Madryn, hijo de padres dedicados a la actividad agropecuaria y había logrado seguir la carrera de Contador Público Nacional, conformando su estudio en nuestra ciudad, y asesorando a diversos comercios y vecinos de aquella época.

por REDACCIÓN CHUBUT 21/07/2022 - 00.00.hs

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Más allá de su profesión de contador, su verdadera pasión estaba en las actividades ligadas a la tradición y al campo.
Su pasión por el campo lo llevó a ampliar considerablemente la cantidad de hectáreas heredadas y cuenta la historia que llegó a tener 3.500 ovinos, 35 vacunos y 25 equinos, uniendo tres fracciones de tierra y dando nacimiento a El Deseado, que según se escribió alguna vez, aquel nombre fue por su propia deseo pero también por su esposa Cristina quien había nacido en Puerto Deseado.
Así es que su estancia El Deseado, se ubica sobre la ruta 2 a unos 30 kilómetros de Puerto Madryn. Esa vocación por la actividad ganadera, y siendo propietario de uno de los establecimientos ganaderos importantes de la zona, desarrolló una importante actividad buscando siempre la definición de políticas acordes al desarrollo de la cría de ganado, por lo que se había transformado en un referente del sector en esos años.
Pero el ‘Vasco’ también alternó esa vocación con la política, fue afiliado al Partido Acción Chubutense, llegando a ocupar el cargo de Secretario de Hacienda de la Municipalidad de Puerto Madryn, acompañado a uno de sus inseparables amigos, el Doctor Victoriano Salazar, cuando asumió como Intendente en la Municipalidad local.
Fue un hombre clave en esa gestión y muchos le reconocen un aporte fundamental a la gestión que Victoriano Salazar llevó adelante desde la Municipalidad local.
Lo recuerdan como un funcionario responsable, honesto y con una gran capacidad para administrar los recursos municipales de la época.
Así es que fue uno del gestores de la Primera Fiesta Provincial del Cordero, ejerciendo una férrea defensa para lograr que la misma pase a ser de carácter nacional.
Néstor Bezunartea tuvo una activa participación en dicho evento, y le dedicaba meses a la organización de cada una de las ediciones, habiendo logrado conformar un núcleo de amigos que lo acompañaban en todo momento en las diferentes etapas de lo que era la programación de la fiesta, que por ese entonces tenía una duración de una semana.
Allí estaba “El Vasco”, siempre atento a cada detalle, trabajando codo a codo con cada uno de los integrantes de la Comisión Organizadora.
Entre sus pasiones también estaba la actividad hípica y así es que en los últimos años, se había abocado a conformar el Club Hípico de Puerto Madryn, teniendo en cuenta que disfrutaba plenamente de todo lo que tuviera que ver con el hipismo.
Cuando dejó la actividad profesional, se dedicó a la actividad ganadera y también al turismo rural.
Siempre estuvo rodeado de amigos, con los cuales compartía horas y horas de su vida, ya sea tomando mates, durante un asado o jugando algún partido de bochas que era otra de sus debilidades.
Amante de peñas y reuniones camperas, Néstor Bezunartea dividía su vida entre sus actividades propias de la ganadería, la pasión por los caballos, las bochas y las reuniones con amigos.
Fue un reconocido vecino, cordial, de carácter frontal, como buen descendiente de vascos, hablaba de frente, sin atajos y le gustaba mantener siempre un trato respetuoso, pero amable, de allí que a través de los años haya cosechado un importante núcleo de amigos, que sienten el dolor de su partida.
De su unión con su esposa Cristina nacieron dos hijos, Cecilia y Javier, que le dieron 4 nietos, colmado de amor al seno familiar y que hoy sienten en lo más profundo de su alma la partida de su padre y su abuelo, que dejó múltiples recuerdos y anécdotas que serán una guía permanente para quienes conocieron y supieron de la amistad de “El Vasco”.

 

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