LA MODA DE “FINGIR DEMENCIA»

Fingir demencia  se instaló rápidamente en muchas conversaciones de los más jóvenes y de los de mi generación también.  Sería actuar una especie de locura o insania que justificaría no ver lo visible,  o no recordar,  o que nos exime de ver lo que pasa delante de nuestros ojos y tener que tomar alguna decisión
Hacerse el loco o el demente es un recurso más que conocido, no es algo nuevo. Dentro del campo de la justicia se vé que se echa mano a este recurso de ‘’fingir demencia» para zafar, para ser inimputable. 
En fin…. Como diría el negro Fontanarrosa, fingir demencia es básicamente ‘’hacerse el boludo»
Fingir demencia parece una frase ocurrente, moderna y cool pero, en el mundo existen más de 55 millones de personas que tienen demencia de verdad y más del 60% de ellas viven en países de ingreso mediano y bajo. En la Argentina, la prevalencia de demencia en general está estimada en 12.2% en sujetos mayores de 65 años. Según estas cifras podemos inferir que hay en el país mas de 600.000 personas con demencia. 
La demencia es un síndrome (conjunto de signos y síntomas) caracterizado     por la  presencia  de deterioro cognitivo (mental) persistente y progresivo  que interfiere  con  la  capacidad  de la persona para  llevar a cabo sus    actividades laborales o  sociales y de la vida diaria.  Además de la conocida alteración  en  la memoria debe haber alteraciones en otras funciones para el diagnóstico, tal  como  el  lenguaje, la pérdida de la capacidad para comprender palabras, las praxias (que es la capacidad de hacer una secuencia coordinada de movimientos o acciones),   las   gnosias ( la capacidad que tiene el cerebro para reconocer información previamente aprendida como pueden ser objetos, personas o lugares)  o  las   funciones ejecutivas ( planificación, flexibilidad mental, inhibición de conductas primitivas, hacer cálculos, resolución de problemas y la abstracción). 
Lo importante de remarcar es la interferencia en la vida diaria, la declinación en sus actividades cotidianas. 
Se estima que cerca del 80 al 90 % de los pacientes tienen con demencia tienen algún síntoma psiquiátrico en el transcurso de su enfermedad.
Cúales son estos síntomas y cómo abordarlos?: 
-Depresión: a veces la depresión en las personas de edad avanzada se presenta con síntomas menos evidentes que a los de un adulto joven. Puede ser que el paciente esté menos comunicativo, coma menos, que se lo vea “apagado”, puede haber quejas sobre dolores inespecíficos, pensamientos sobre la muerte y sobre los seres que ya no están.
-Apatía: se caracteriza por falta de iniciativa y escasa repercusión emocional de las distintas circunstancias. Muy poca expresión, suele estar ajeno a lo que pasa alrededor. Muchas veces se manifiesta como abandono personal y descuido. No es un cuadro de falta de ganas sino de imposibilidad, por lo que no hay que exigirles que haga actividades ya que no va a poder.
-Agitación: es un estado de aumento de la actividad motora con un sentido o no. Puede aparecer como respuesta a una provocación ( o que el paciente interprete como provocación) o ante una frustración, cuando se lo contradice o cuando intenta realizar alguna tarea y no puede. Se puede manifestar con deambulación improductiva. Es un cuadro de riesgo, riesgo decaídas, de lesiones, etc.
-Ansiedad: es un síntoma muy frecuente que a veces se acompaña de agitación. Puede ser esporádica o ser percibida en algunos momentos de día o ante determinadas situaciones. Trata de evitar situaciones imprevistas para aumentar la sensación de seguridad. El ambiente del paciente debe ser lo más confortable posible, actúe suavemente para calmarlo, evite retarlo o confrontar.
-Deambulación: es una variedad de la agitación, a la inquietud motora se puede agregar la desorientación. Asegúrese de liberar el espacio de obstáculos y objetos peligrosos. No le impida el paso ni lo reprima ya que puede generar una reacción brusca o violenta. Instale cerraduras que el paciente no pueda manipular para evitar fugas del hogar. Cuéntele a sus vecinos lo que le está ocurriendo a su familiar para que lo lleven nuevamente a su casa.
-Irritabilidad: es una manifestación que acompaña a muchos estados como la depresión o la frustración. Puede o no ir acompañada de agresividad. Escuche al paciente, no lo descalifique. Recuerde que el paciente  percibe los tonos en los que se le hablan y esto puede incrementar la irritabilidad. Trate de distraerlo con alguna actividad placentera.
-Delirios: es un idea fija, recurrente, irreductible, puede tener contenido extraño y extravagante. Estas ideas pueden  repercutir sobre la vida cotidiana, sobre el estado de ánimo y sobre la conducta de la persona. Evite discutirle al paciente sus ideas (so delirantes, o van a cambiar) , intente distraerlo con otro tema. Escúchelo e intente responder a sus preocupaciones dándole seguridad.
-Alucinaciones: es ver, sentir u oír cosas donde no hay nada. Las alucinaciones entonces pueden ser auditivas, visuales, táctiles, olfatorias o gustativas. Ante esto el paciente puede reaccionar con terror, angustia, tristeza, etc. A veces el paciente ve personas extrañas en el espejo por no reconocer su propio reflejo.
-Trastornos del sueño: pueden tener problemas para conciliar el sueño, despertares tempranos, etc. Hay que asegurarse que el ambiente sea confortable, con pocos ruidos, a veces el insomnio puede ser por dolores, u otras causas médicas.
-Trastornos en la alimentación: las personas con demencia a veces se olvidan si comieron o no o ya no pueden utilizar los cubiertos, se agregan problemas físicos que le impiden masticar bien. Los pacientes con demencia generalmente no manifiestan sensación de hambre o de sed, por lo que se debe ofrecer frecuentemente líquidos; en estos pacientes son muy frecuentes la deshidratación y la desnutrición, como así también la broncoaspiración.
-Agresividad: puede ser verbal o física, puede deberse a los delirios (piensan que les roban cosas lo quieren dañar), las alucinaciones o cuando se frustran (cuando quieren realizar alguna actividad y no pueden). No hay que confrontarlos, hay que mantener la calma, dirigirse hacia el paciente de modo cálido y adecuado. Evitar ambientes con muchos estímulos.
La demencia es causada por distintas enfermedades que afectan al cerebro, siendo la enfermedad de Alzheimer la forma más común (representa entre un 60% y un 70% de los casos).
En el período inicial de la Demencia aparecen alteraciones en la memoria que comienzan a interferir en las actividades diarias. Se olvidan de lo que realizaron recientemente, tienen dificultades en incorporar aprendizajes nuevos. Hay progresiva fatiga mental. Se observan alteraciones del lenguaje verbal espontáneo, tienen dificultad para hallar la palabra adecuada, hay disminución de la fluencia verbal. Puede haber desorientación espacial ocasional en lugares desconocidos o poco frecuentados.
En etapas más avanzadas, se empieza a comprometer la memoria a largo plazo, hay compromiso de la memoria visual y verbal que interfiere en lo intelectual y en las actividades de la vida diaria, el lenguaje se empobrece creciendo la dificultad en la expresión, la desorientación aumenta y hay alteraciones en la planificación.
En etapas más avanzadas aún,  la persona necesita asistencia permanente y ayuda para todas las actividades de la vida diaria, se transforma en un ser dependiente. Esta dependencia afecta e impacta tanto a la persona que la padece como al grupo familiar y a sus cuidadores. 
Es común para los familiares experimentar cansancio, ansiedad, irritación, enojo, depresión, aislamiento social o problemas de salud. La demencia afecta no solo a quienes la padecen sino también a sus seres queridos.
Es esencial que la familia comprenda la importancia de no juzgar, de no tomarse las cosas como personales, sino de acompañar desde la comprensión y la compasión.
La mayoría de las demencias se pueden prevenir. Está demostrado que el ejercicio físico de fuerza y resistencia, el control de la hipertensión arterial, controlar el azúcar en sangre, la buena alimentación, el entrenamiento cerebral, la educación, etc contribuyen eficazmente a disminuir la aparición de demencias.
Entonces, viendo las cifras de demencia, los síntomas, el sufrimiento para quienes lo viven y para sus familiares…. ¿Tenés ganas de seguir “fingiendo demencia”?