Derrotero hacia los 70 años del Club Náutico
Por Martín L. Fennen
por REDACCIÓN CHUBUT 28/05/2025 - 00.00.hs
(Es continuación del domingo 16 de marzo del 2025)
Fundado el Club Náutico Atlántico Sud el 10 de octubre de 1955, en menos de año y medio ya organizó a nivel nacional el primer campeonato de caza submarina (1957), con la supervisión de Deogracias Fernández (Petiso) y Antonio Torrejón (Zurdo), socios fundadores y puntales muy activos del club.
Jules Rossi, pionero de las actividades subacuáticas en las costas del norte y centro de la Patagonia, dejó su impronta en nuestra entidad y se propagó al área de Península Valdés, costa sur del Golfo Nuevo hasta Comodoro Rivadavia.
Falleció el 9 de marzo de 1967 en nuestro club, y su testimonio perdura hasta nuestros días, con menor intensidad y su boya, su estela, su inquietud por descubrir el mundo submarino está permanente en diversas actividades en el mar.
A los campeonatos argentinos de caza submarina (1957-1984), se sumaron los torneos Jules Rossi de caza submarina (1961-1971). Los de orientación submarina llevan en el recuerdo de quien lo conocieron, su inolvidable figura. Con más de 25 años de actividad plena, dieron origen para mencionar a Puerto Madryn como capital subacuática argentina.
El Club Náutico Atlántico Sud tiene el privilegio de ser la entidad señera que marcó el rumbo en Patagonia y al resto del país de las actividades subacuáticas.
La depresión surgida en nuestra ciudad, al cierre del ferrocarril, el fin de la vigencia de beneficios impositivos al sur del paralelo 42, la disminución de la actividad portuaria, nuestra entidad sintió esos efectos, a pesar de, se pensaron actividades para mantener activo al club. Dieron inicio a los torneos patagónicos de pesca de altura del salmón de mar (1963-1973), se organizó una carrera de regularidad a Esquel, con casillas rodantes y torneo de pesca incluido (1967). Los aficionados pescadores del club participaron en encuentros de pesca de la trucha en Esquel, Bariloche y Junín de los Andes.
Se intentó tener una dársena náutica tierra adentro en el club (1958), realizando para tal fin una excavación importante, sin éxito, al no tener en cuenta la variables de mareas del golfo, que taponaba su entrada, poniendo fin al intento.
En un Madryn que no superaba los cuatro mil habitantes, conformar comisiones fue una tarea importante. A los socios fundadores de Trelew y Madryn, se incorporaron amigos, parientes ajenos a las actividades náuticas.
Se organizaron 2 rifas de vehículos, muy de moda en la década del 50/60, para tener ingresos y continuar las obras de infraestructura (en las mejoras del salón principal, guardería de botes y la rampa al mar para embarcaciones). Un vehículo Ford Fairlane de 1956 (coche del paralelo) y un microcupé Heinkel Kabine de 1957, fueron las adquisiciones de aquella época. El ingenio y aportes de los miembros de las comisiones directivas durante muchos años mantuvieron activos al club.
La Armada Nacional, en permanente apoyo a nuestra institución, donó tres embarcaciones de madera: una en 1957, tipo crucero Frers de cuatro metros de eslora, también con destino a escuela de vela. Un aviso de la Armada transportó una lancha en tingladillo, a motor diésel de tres toneladas de desplazamiento (1975/77) de borda abierta, la cual se la reacondicionó y se puso en servicio poco tiempo. Lamentablemente fue difícil el fondeo frente al club, en permanente expuesta a los vientos del mar, sumado su mantenimiento fue muy costoso, sacándola a tierra y se utilizó para esparcimiento de los chicos.
En 1967 se recibió una ballenera, la cual fue también destinada a escuela. Muy pocos la disfrutaron los fines de semana, con alumnos de escuela. Se la fondeó en la rada de Punta Cuevas, para tenerla a resguardo de los vientos de mar. Con ella se realizó el primer crucero patagónico a vela de Madryn a Pirámide en febrero de 1968. Expuesta a las variables de marea, fauna marina y personas ajenas al club, alguien le sacó la amarra y un viento sur en marea alta la arrastró a la costa norte del golfo, destruyéndola bajo los acantilados.
A partir de la década de 1970, Madryn comenzaba un crecimiento demográfico intenso, por la actividad pesquera, el turismo y el aluminio. Se fueron incorporando nuevos socios, algunos de los cuales practicaban el yachting, y coincidió en el tiempo con la más intensa e interesante dinámica que fue el programa de fines de esa década cuando el Servicio Náutico Deportivo de la Armada Argentina, que bajo el lema «El mar nos une», donó a todos los clubes del país veleros de clase Pampero y un Grumete para escuela. Fue el quiebre en las actividades del club. Se iniciaron los cursos de timoneles, se hicieron las prácticas de mar, se programaron regatas internas y comarcales y esta dinámica dio pie para la formación de la Federación Patagónica de Clase Pampero, entidad que conformó un calendario patagónico, participando el club con sus noveles tripulaciones en San Julián, Puerto Deseado, Caleta Olivia, Comodoro Rivadavia, Puerto Rawson, San Antonio Oeste, Bariloche, Neuquén, Bahía Blanca, San Fernando, Mar del Plata, Puerto Belgrano, San Pedro, Mendoza y otros.
Sin duda, el Club Náutico fortalece así con los sueños de los socios fundadores.
Continuará...
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