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Garzonio Propiedades celebra hoy sus 40 años de fundación

Aún conserva el comprobante de la primera venta de una propiedad, con fecha 10 de octubre de 1977.

por REDACCIÓN CHUBUT 10/10/2017 - 00.00.hs

Carlos Raúl Garzonio, sin imaginarlo, celebra hoy junto a su familia y colaboradores, los 40 años de la fundación de Garzonio Propiedades, que desde hace 23 años conduce su hijo Luis Eduardo, aunque todos los días su padre asiste para acompañar el desarrollo del emprendimiento que celebra las cuatro décadas.
Garzonio tiene 87 años y viene de Esquel, ciudad en la que nació y a la que llegaron su madre en 1909 y su padre en 1914. Luego vino a Trelew, ya que esta ciudad «era todo», evocó en una entrevista con este medio; recuerdo que viene a colación para una introducción de su meritoria historia en nuestra ciudad y la zona. Es recordado también su trayecto como el primer director de Estadística y Censos de la Provincia, por unos 20 años, aunque «con el gobierno militar tuvimos unas diferencias y me encontré un día con que me habían dejado cesante, sin sumario, sin defensa ni nada, en la calle», remite. Reconociendo que «el golpe que sentí fue muy fuerte», ya que su honor y prestigio sufrieron la mancilla injusta de aquellos años que duelen recordar. Luego le vino la reivindicación, siendo designado como Delegado Nacional para la Patagonia y La Pampa en el censo de 1980.
Antes trabajó en el recién creado Banco Provincia, como secretario del directorio, siendo en ese entonces el único empleado. Desde allí «el ministro de Economía, que era (Marcelo) Pérez Catán, abogado, muy buena persona, hombre de máxima confianza de Galina, padre de quien fue intendente, habló con el presidente del Banco y yo pasé como director de Estadística y Censos».
Carlos Raúl, fue dos veces presidente de la Asociación Italiana, dos períodos presidente del Rotary Club, secretario y delegado en la Liga del Club Huracán y secretario de la Cámara de Comercio, entre otras participaciones en la vida de nuestra comunidad. 

 

SEGUROS LA SEGUNDA
Al dejar de trabajar en Estadística y Censos, casi en simultáneo Garzonio comienza dos actividades que hoy permanecen. Una de ellas es la venta de seguros, con «Seguros La Segunda», y aunque van por caminos diferentes, vale la pena recordar una serie de coincidencias que dejan al descubierto su prestigio, pretendido injustamente ser manchado por los años más oscuros de nuestro país.
Al ser desafectado de la administración pública, recuerda que «inmediatamente me surgieron invitaciones para distintos trabajos, y daba la coincidencia de que había una empresa multinacional de seguros generales muy grande, Sud América, que tenía que designar al representante acá. Vino el gerente comercial, pregunta -referencias- en Fiorasi: ‘¿Quién podría ser?’, y le dicen, ‘Garzonio podría ser’; lo va a ver a Corradi, y le dice ‘Garzonio’; lo va a ver a Viglione, que teníamos mucha amistad por el Club Huracán, y también le dice ‘Garzonio’; en la Cámara de Comercio, también. Entonces me designan representante».

 

EL INICIO DE LA INMOBILIARIA
Garzonio Propiedades se gestó a partir del trabajo, así lo cuenta Carlos Raúl: «Fiorasi me pide que le administre las propiedades, porque lo hacía con personal desde la empresa de él y no quería, ya que se mezclaba con la venta de autos, y ahí empezó la actividad inmobiliaria. Después se sumó mucha gente que tenía ocho, diez casas, otros más, para administrar, y se fue haciendo un grupo grande».
Recuerda que «cuando veo los ofrecimientos que tengo, necesitaba un colaborador, y ahí fue que le pedí a Juan José Fells, que trabajaba conmigo en Estadística y Censos, y desde entonces está conmigo. Comenzamos con un local en la calle Belgrano, al 280 por ahí, donde me daban un rinconcito, después me pasé a una oficina en Julio A. Roca, después en A.P. Bell. Recién ahí tuve una propia y construimos esto gracias a mi hijo que es arquitecto, que ahora es el titular de la firma».
Según confiesa, ni pensaba llegar a los 40 años de aquel emprendimiento de bienes raíces. «A mí me gustaba más chico y lo manejaba personalmente, pero Luis -corredor inmobiliario y arquitecto- tiene mejores herramientas que yo, mejor preparación, hay que reconocerlo. Le saca provecho a todo el material moderno que hay ahora. Y estoy muy contento, porque la verdad que he tenido mucho reconocimiento de la gente, sobre todo en momentos feos, como de necesitar trabajo, a sobrarme trabajo, no sabía qué hacer. La verdad que tuve mucha suerte; la primera se la debo a mi señora, cuando le digo ‘tengo que buscar a alguien para arrancar en la actividad privada’, y ella me dice, ‘¿por qué no lo ves a Juanjo?’» (Fells).
No obstante, a pesar de no ser el presidente de la empresa, va todos los días, ya que maneja muy bien convenios, contratos, conversaciones con la gente. «He aprendido que hay que saber escuchar, me dedico mucho a eso y a la redacción de notas, ya que desde la primaria nos insistían mucho en la redacción, en la ortografía, y es el día de hoy que puedo ver si hay una nota mal escrita», admite.

 

RODEARSE DE «BUENA GENTE»
El empresario reflexiona que «hemos trabajado muy bien, lo más importante es quedar bien con la gente, porque algunos pícaros pueden hacer un buen negocio hoy y mañana se quedan sin nada. El que quiera tener una empresa con cierto porvenir y prestigio, tiene que rodearse de buena gente, y yo siempre digo ‘nos hemos rodeado de los mejores, yo en Estadística y Censos tenía los mejores empleados de la administración pública, y acá tengo un plantel que a cuál mejor».
Garzonio Propiedades, en su casa propia de Inmigrantes 224, tiene hoy unos 12 empleados, más los indirectos propios de la actividad, como personal de mantenimiento de edificios, pintores, electricistas, plomeros, entre otros más. 

 

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