Jorge Williams, el último sastre del país, visitó EL CHUBUT

Cada vez que va a votar, se viste con un traje de su creación: pantalón, chaleco, capa y sombrero con los colores celeste y blanco. Aunque «mi país no me ha dado mucho, tuve que irme afuera a trabajar», señaló.

Llegó a EL CHUBUT luciendo un saco de su creación, chaleco, pantalón blanco, con zapatillas al tono y un bastón. «Yo soy una figura en el país. Jorge Williams es mi nombre artístico; mi nombre es Raúl Edmundo», señaló, y contó que desde hace tres días está en la zona. La última vez que llegó a Chubut fue hace tres años, estuvo en Madryn.

«Vine a acompañar a un sobrino y ahora me voy mañana (por hoy) a Madryn a saludar a mi hija». Jorge vive desde hace 30 años en Belgrano Norte, a dos cuadras de Alto Palermo Shopping.

Con 81 años, una memoria envidiable y mucha vitalidad, Jorge sigue trabajando, sólo haciendo arreglos, «porque eso es lo que me mantiene bien». Se lleva apenas un año y dos meses con su hermano Amado, quien también a sus 82 años está activo en su salón de belleza.

El sastre más pintoresco de la city porteña dijo que a sus 81 años es un privilegiado, «porque no cualquiera llega a viejo. Y ser viejo a mí me place. Soy viejo y estoy contento; juego a la pelota todavía».

«Soy el primer sastre de Latinoamérica y soy modelo», señaló, recordando que en Montevideo compartió pasarela con Ante Garmaz y «que Dios lo tenga en la gloria, pero yo lo opaqué; porque mis creaciones, mi ropa, fueron aplaudidos a rabiar. Cuando yo salí con los chicos, la rompimos».

EL TRAJE ALBICELESTE

Sobre su conocida creación, que la luce en cada acto eleccionario cuando va a votar o en los desfiles y actos patrios, dijo que lo luce, aunque el país no le ha dado mucho. «Estaba en Barcelona y un día dije que me volvía al país y me compré un departamento en Madryn. Todo empezó a subir descaradamente, tiempos de la presidencia de Menem. No tenía trabajo y fue Andrés Russo quien me salió de garantía, me dijo «Turco, andate a Buenos Aires y yo te salgo de garantía».

«Yo me decía que en Buenos Aires, aunque sea, iba a hacer arreglos. Pero me salió todo bien, conseguí un salón, que me lo dieron por referencias. Y pude salir y acá estoy».
Confeccionó el traje porque «este es mi país, aunque me trata mal, pero es mi casa. El traje consta de un saco, pantalón, chaleco, capa y sombrero. Yo soy muy vanidoso de mí mismo y me gusta mostrar mi figura. Y todo lo que hago lo muestro», indicó.