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El problema de encontrar un lugar para los residuos que nos sobrevivirán II

En nota anterior vimos que en 2013 se resolvió el cierre de la central nuclear San Onofre, California, y su desmantelamiento. Recientemente, en octubre, se aprobó la extensión de 13 años para el almacenamiento de los residuos de la central. El permiso iba a expirar en noviembre. Situación difícil, no hay ninguna solución definitiva por parte del gobierno federal. Estados Unidos no tiene dónde ubicar definitivamente sus combustibles gastados, el proyecto de un Almacén Geológico Profundo (AGP) en Yucca Mountain, aprobado en 1987 para destino definitivo, paralizado.

Foto de archivo de 2018.San Onofre  (Hayne Palmour IV/The San Diego Union-Tribune)

 

      Se ha aprobado una prórroga de 13 años de un permiso para uno de los dos almacenes que contienen bidones de residuos nucleares en la ya clausurada Central Nuclear de San Onofre, donde se apilan horizontalmente hasta 63 botes de combustible gastado y otros residuos altamente radiactivos. El centro de almacenamiento lleva funcionando desde 2003 y su permiso expiraba en noviembre.

 

      Una segunda instalación de almacenamiento, de construcción más reciente, alberga 73 recipientes que se han bajado verticalmente a cavidades de almacenamiento. Su permiso está vigente hasta octubre de 2035.

 

      Ambos almacenes se encuentran en el extremo norte del predio que ocupaba la central nuclear de San Onofre, conocida como SONGS.

 

      El nuevo permiso exige que la empresa de servicios públicos que opera la central que actualmente está en proceso de desmantelamiento cumpla unas condiciones: a) que proporcione un análisis de los futuros riesgos costeros, b) que pague una revisión de terceros que garantice que los bidones se mantienen en buen estado y c) que informe cada año a la comisión sobre los progresos realizados en la búsqueda de ubicaciones alternativas para los residuos.

 

     Más de mil seiscientas toneladas de combustible gastado, que se remontan a la época en que la central generaba electricidad para el sur de California, permanecen cerca de la playa de San Onofre porque, como ocurre en las centrales nucleares de todo el país, el gobierno federal no ha encontrado un depósito permanente para almacenar las aproximadamente 86 mil toneladas de combustible gastado, que se han acumulado durante décadas en las instalaciones nucleares comerciales.

 

       Yucca Mountain, en Nevada, estaba previsto que acogiera los residuos, pero el gobierno de Obama cortó la financiación del sitio en 2010, tras años de protestas de legisladores y población en general, que se oponían desde hacía tiempo al proyecto. Recientemente, el gobierno federal ha anunciado planes para buscar activamente comunidades dispuestas a aceptar los residuos del país de forma provisional.

 

      SONGS actualmente se encuentra en el tercer año de un proyecto de desmantelamiento programado de ocho años de duración y 4500 millones de dólares, que prevé la retirada de unas seiscientas mil toneladas de material para 2028.

 

(Fuente Rob Nikolewski San Diego Unión Tribune)

 

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