A 49 años del Golpe, EL CHUBUT recuerda el relato de Pepe Castro en primera persona
En 2016, oportunidad en el que EL CHUBUT había editado un suplemento especial para recordar a las víctimas del golpe militar de 1976, el ya fallecido empresario de medios, propietario de LU17 Radio Golfo Nuevo, Héctor «Pepe» Castro, recordaba en una entrevista los momentos que fueron el preludio al golpe de estado de 1976, cuando ese triste episodio para todos los argentinos era un secreto a voces que finalmente se precipitó.
por REDACCIÓN CHUBUT 24/03/2025 - 00.00.hs
En la nota, Castro recordaba distintos momentos, desde su visita a Diario EL CHUBUT para conocer qué era lo que estaba ocurriendo en el país.
Fue la noche del miércoles 24 de marzo, cuando nuestras instalaciones estaban ubicadas frente al actual edificio, en la calle 9 de Julio en Trelew. «El golpe era un secreto a voces. Y adónde ibas a ir para seguir lo que pasaba en Buenos Aires, donde hubiera un teletipo», recordaba el empresario, quien al llegar a este medio cerca de las 22 horas junto a David Patricio «Oso Romero, de quien recordó fue uno de los primeros detenidos de la dictadura, se encontró también con nuestro fallecido director del Diario, Don José María Sáez, y quien fuera el primer gobernador de Chubut al retomar la democracia, el Dr. Atilio Oscar Viglione.
El miércoles 24 los encontró reunidos a Castro, Romero en el entrepiso donde estaban las teletipos. La campanilla de aquella máquina que conectaba a las redacciones con el mundo, sonó. El cable de la agencia oficial Telam era preciso y daba cuenta también del desvío del helicóptero que trasladaba a la presidenta desde la Quinta de Olivos a la Casa de Gobierno.
Isabel estaba detenida, pero era menester confirmar su caída con otra fuente. Hasta ese momento. dirigentes de todos los colores políticos también pasaron por la redacción del Diario para tratar de conocer toda novedad que surgiera, a sabiendas que de un momento a otro la situación nacional podría cambiar de rumbo.
«CAYO ISABEL, CAYO ISABEL»
«Cayó Isabel, cayó Isabel», informaba un cable de la agencia de noticias Telam hecho llegar a EL CHUBUT. En ese momento lo leyeron también, además de Castro, Sáez, Viglione y Romero, el periodista Luis Montalto. «Empezamos a preguntarnos si el cable sería real o si podrían haber llegado a tomar la agencia Télam y enviado ese cable», se preguntaron, por lo cual «Pepe» Castro apeló a un viejo conocido que, suponía, tendría que tener la información precisa.
Desde la oficina de Sáez, discó el número telefónico del diputado nacional Juan Gabriel Labaqué, en Buenos Aires, abogado que años después representó a Zulema Yoma y participó de casos judiciales resonantes.
Lavaqué no estaba en su casa, atendió su esposa, quien le facilitó a Castro un número directo en la Casa Rosada donde estaba el diputado nacional. Alrededor del teléfono, en EL CHUBUT, todos esperaban la confirmación del golpe.
«Llamó a la Casa Rosada y era una oficina del Ministerio del Interior. Pido por el diputado Labaqué y le cuento que llegó el cable de Télam informando que cayó el Gobierno», relató Castro. En el centro de la escena, pero increíblemente ajeno a la realidad. Labaqué respondió: «No, qué va a caer el Gobierno. Yo estoy acá con el ministro del Interior, está Lorenzo Miguel y hay otra gente, y no hay nada de eso».
Siempre con el tubo del teléfono en la mano, le comentó al ministro lo que le estaba diciendo su amigo desde Trelew. El funcionario de Isabel estaba aún más alejado de los acontecimientos afirmando que eso no podía ser cierto porque la reunión que había mantenido momentos antes con los comandantes de las Fuerzas Armadas había pasado a un cuarto intermedio hasta las 10 de la mañana.
El grito de «Pepe» Castro a través de la línea telefónica, a 1.500 kilómetros de distancia, los despertó de su desinformada situación. «No Juan. Cayó el Gobierno. Ustedes están en cana», le dijo a Labaqué tirándole la realidad encima. Aquella conversación de hace 40 años, lo llevó a pensar al director de Lu17: «Cuántas veces estás en el centro de la información y sos el más desinformado».
LA DETENCION DEL «OSO» ROMERO
A «Pepe» Castro lo unía una amistad con David Patricio Romero, que se fortaleció allá por 1973, cuando el abogado fue candidato a gobernador por una línea del peronismo enfrentando a Benito Fernández, quien finalmente resultó ganador.
Romero lideró entonces con su postulación el Partido Revolucionario Cristiano, del que también formó parte Castro. «Además veníamos del Trelewazo del 72, que estaba aún muy patente», subrayó, poniendo aún más en contexto aquel momento de marzo del 76.
Con la caída de Isabel confirmada, «Pepe» y el «Oso» dejaron EL CHUBUT para seguir los acontecimientos a primera hora de la mañana. En el Ford Fairlane de Castro fueron hasta la casa de Romero en la calle Ecuador y se despidieron sin imaginar que en pocos minutos volverían a cruzarse, pero con uno de ellos detenido.
«Yo lo llevo a David Patricio Romero con mi coche hasta su casa, en la calle Ecuador. Lo único que vi de raro fue la luz de un coche, que después até cabos que nos seguía. Lo dejo a él en su casa, y por lo que después me cuenta Romero y las cuestiones que se sucedieron posteriormente, a él lo estaban esperando en un Falcon para llevárselo», contó Castro.
A Romero lo tomaron por asalto, entraron a su casa y lo subieron al Falcon. «Pepe», ajeno a lo que estaba ocurriendo, bajó por Fontana hasta una estación de servicio. Mientras cargaba nafta, también arribó al lugar el auto en cuyo interior iba detenido su amigo. Lo supo tiempo después.
«Yo diría que Romero fue de los primeros detenidos por la dictadura del 76», estimó Castro por lo inmediato en que sucedieron los hechos aquella madrugada.
DIRECTORES DE MEDIOS CONVOCADOS A CASA DE GOBIERNO
Lo concreto es que a las 3 de la madrugada del 24 de marzo de ese año, con Isabel ya detenida y una Junta Militar usurpando la conducción del país, los directores de medios periodísticos de la zona fueron convocados a través de llamados telefónicos, para estar a las 6 de la mañana en Casa de Gobierno en Rawson. Benito Fernández ya había sido depuesto de la gobernación.
Cuando llegamos, el único que estaba era el escribano general de Gobierno, Francisco «Pancho» Gómez, que confeccionaba las actas que le habían ordenado», relató Castro, que fue uno de los convocados como director de LU17. Quince minutos más tarde miembros de Infantería de Marina ingresaron a la casona de Fontana 50 y coparon el lugar.
Recién alrededor de las 7 de la mañana, el coronel Rafael De Piano prestó juramento ante la presencia de jefes militares de la Marina, el Ejército y la Aeronáutica. Los representantes de los medios fueron testigos obligados de ese acto breve, realizado casi en secreto.
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