En audiencia pública de Cooperativa 16 de Octubre, ningún delegado, pocos vecinos y pocas respuestas
Por Miguel Gauna Lavayen
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por REDACCIÓN CHUBUT 30/09/2025 - 00.00.hs
Este lunes se realizó una audiencia pública para que miembros de la Cooperativa 16 de Octubre, de Esquel, informen al municipio, Concejo Deliberante y principalmente a sus usuarios sobre los incrementos o modificaciones a practicar en sus cuadros tarifarios, pero no hubo delegados, y fueron cinco vecinos, de un total de 18.000 usuarios. Fue, una indiferencia.
Muchas páginas y frases se han escrito en torno a la Indiferencia. Desde aquella que dice que lo contrario del amor no es el odio, sino la indiferencia, a aquella de la letra de la canción que pide «el odio más que indiferencia».
Lo cierto es, que la dirigencia que ha cooptado la entidad local e instalada hace tantos años en la misma, ha terminado por provocar esta falta de sentimiento que, según la filosofía universal, es lo peor en cualquier relación. Pero lo más preocupante es advertir que las autoridades políticas igualmente, en esta instancia, han terminado también, por recibir la misma falta de emoción y el mismo trato.
Por eso, más allá de los números, de estos aumentos, y todas las consideraciones y análisis que puedan o quieran hacerse, lo que verdaderamente deja, como mayor y más clara conclusión nuevamente, esta audiencia pública, es esta brutal indiferencia.
Asimismo, al acto no concurrió ni un solo delegado de los cientos que tienen este cargo y mandato, en la organización institucional de la cooperativa. Asistieron tres o cuatro personas que salvaron a la reunión de la calificación de «sin asistencia», o declarada «desierta». Todo esto, frente a un universo de mas de 18.000 usuarios consumidores del padrón de la cooperativa.
Mas allá de las preguntas que hizo el intendente y las de los concejales, y algunos comentarios políticos, el ambiente desolador gritaba ciertas cosas que luego retumbaron en los espacios radiales de la mañana. Pero hay dos, que son las principales manifestaciones de esta nueva mala experiencia. La primera, la generalizada opinión de los vecinos de que «hacen lo que quieren» y la segunda, el rechazo del procedimiento, la reacción y el reproche consecuente, con enojo, sobre que, primero ajustaron y aumentaron, luego comunicaron por los medios y finalmente no se sabe bien porque, convocaron a esta reunión que ya no era una audiencia pública, porque no respetaban lo que el propio poder legislativo local decretó por ordenanza y el poder ejecutivo promulgó, contradiciéndose de su propia decisión.
Provocación innecesaria y acto auto culposo, que empuja aún más lejos al vecino, y suma mayor desconfianza, cuando poco o nada se ha sabido, de las preguntas planteadas en las anteriores audiencias públicas, nadie sabe bien de que lado estaba o en que papel estaba el intendente, que es el representante municipal en la cooperativa, nadie sabe quién es el veedor, cual es su rostro, que ha hecho, y así una larga lista de incógnitas que se suman a la abultada deuda de respuestas. Todo esto, ha llevado a este estado de indiferencia con el municipio y la cooperativa que no es un buen resultado para nadie. Nadie gana, todos perdemos.
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