Carta del Lector

India y sus minas de uranio en la actualidad

India tiene una estrategia para expandir fuertemente su capacidad nuclear, para ello requiere asegurar un suministro fiable de uranio. Vemos la actualidad de sus explotaciones de uranio.

En este quinquenio se han identificado más de 93.700 toneladas de recursos de óxido de uranio en distintos estados. Las mayores cantidades en Andhra Pradesh y Jharkhand

 

En la mina de Jaduguda, se hizo un descubrimiento que alarga la vida útil de la mina por más de 50 años gracias a nuevas reservas identificadas alrededor de la zona ya explotada.

 

En Rajasthan, se han descubierto pequeños depósitos de óxido de uranio que suman 15500 a 16000 toneladas.

 

Aunque dispone reservas considerables, la producción nacional de uranio no es suficiente para cubrir la demanda futura proyectada. Algunas minas clave han sido temporalmente cerradas por diversos motivos, principalmente por resistencia social.

 

Las minas Jaduguda y Bhatin, operadas por Uranium Corporation of India, (UCIL) fueron cerradas temporalmente, provocando una caída en la producción de uranio del país.

 

El cierre de estas minas tuvo oficialmente motivos legales, pero en realidad estuvo fuertemente influido por la presión social y ambiental, acumulada durante décadas.
Desde los años 1990, las comunidades indígenas de la región de Jharkhand, han denunciado: enfermedades relacionadas con la exposición a la radiación, contaminación del agua y del suelo, falta de compensación por desplazamientos y pérdida de tierras, pérdida de medios de vida tradicionales, etc.

 

Varias Organizaciones sociales han documentado y visibilizado estos problemas en medios nacionales e internacionales.
En 2013 y 2014 hubo marchas y bloqueos frente a las oficinas de la empresa estatal UCIL exigiendo el cierre de las minas y de las plantas de procesamiento.

 

Diversos informes de ONG, investigadores independientes e incluso periodistas han señalado que en las aldeas próximas a Jaduguda y Bhatin se registran tasas anómalas de malformaciones congénitas, infertilidad y cáncer. También que el agua subterránea en zonas cercanas contiene niveles elevados de uranio, radio y radón.

 

La UCIL ha negado una relación causal, alegando que los niveles están dentro de los límites permitidos, pero nunca se publicaron datos ambientales de forma sistemática y transparente.

 

Estudios muy serios señalan correlaciones preocupantes entre radiación ambiental y salud comunitaria.

 

Antes del cierre de 2014, el Ministerio de Medio Ambiente y Bosques había recibido múltiples quejas por vertidos de relaves sin revestimiento adecuado, falta de consulta pública en las renovaciones de permisos y dudas sobre los estudios de impacto ambiental presentados por UCIL.

 

Resistencia pacífica el legado de Mahatma Ghandi

Cuando el gobierno de Jharkhand ordenó el cierre, el contexto político y social era de alta presión, el tema de “contaminación radiactiva en Jaduguda había alcanzado notoriedad mediática nacional.

 

Bebiendo agua contaminada con radiactividad

Así, aunque la razón formal fue jurídica, vencimiento del arrendamiento, la razón de fondo fue política y social, el gobierno estatal no quiso asumir el costo de renovar la concesión sin atender las denuncias y conflictos ambientales en curso.

 

El conflicto de Jaduguda se convirtió en símbolo de la resistencia al uranio en India.

 

Movilizaciones similares surgieron en: Andhra Pradesh, Meghalaya, donde las protestas del Hynniewtrep National Liberation Council llevaron incluso a incidentes violentos y Rajasthan donde las comunidades exigen garantías sanitarias antes de iniciar nuevas minas.

 

En varios de estos casos, la oposición local retrasó o detuvo completamente proyectos mineros.

 

Si bien India tiene el firme propósito para expandir fuertemente su capacidad nuclear, la resistencia popular hace muy dudoso que pueda expandir su propia producción de uranio.

 

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