Resistencia a la explotación de una mina de uranio en La Rioja II (continuación)
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En 2014 vecinos de La Rioja impedían el paso de vehículos de la Comisión Nacional de Energía Atómica por la ruta 38, con el objeto de manifestar su intención de evitar que se pusiera en marcha la extracción de uranio en el denominado Cordón del Velazco, que rodea la ciudad capital de la provincia. En 2021 seguían las manifestaciones y los cortes.
Pobladores de la Quebrada Alipán mantenían en noviembre de 2021 un corte en la Ruta Provincial N.º 3 para impedir las perforaciones para la mina de uranio El Cantadero. La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) tenía como objetivo finalizar las inspecciones del territorio para iniciar una campaña de perforaciones, pese a la prohibición de la Ordenanza Municipal N° 4930 que en 2012 declaró al departamento como "Zona No Nuclear".
"Dos camionetas con el logo de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) se detienen en el paraje Las Cañas, de los vehículos descienden unos funcionarios que recorren el pedemonte inspeccionando el área con el objetivo de instalar un reservorio de agua, necesario para comenzar una campaña de perforaciones para la minería del uranio", relata un vecino y activista.
Los vecinos de la zona se mantenían alertas ante la presencia de la CNEA, y exigían iniciar el diálogo con los funcionarios para recordarles que la minería del uranio no tenía licencia social en La Rioja, y mantenían el corte en la Ruta Provincial N°3 para impedir el paso de la maquinaria de la CNEA, a modo de protesta acordada colectivamente.
Según expertos, la zona donde se encuentran las manifestaciones uraníferas es de gran valor biológico.
Nores, doctor en Ciencias Biológicas e investigador del Conicet, recordó que le pareció "fascinante encontrar vegetación y sobre todo aves de selva en un lugar totalmente inesperado como es La Rioja, que es una zona árida y semiárida". Para Nores la minería del uranio podría terminar con El Cantadero. Explicó que en "la presencia de este ambiente selvático muy frágil y vulnerable, cualquier perturbación no demasiado importante como el desvío de un arroyo, por ejemplo, bastaría para que el ambiente desaparezca".
La lucha contra la minería del uranio en La Rioja comenzó en 2008, cuando el por entonces gobernador Luis Beder Herrera, suscribió con la CNEA un convenio sobre "prospección, exploración y evaluación de depósitos de uranio en la provincia de La Rioja". Las tareas de prospección concluyeron con una declaración de manifestación de descubrimiento, inscripta como "Alipán I".
En 2010, la CNEA lo consideraba "un proyecto minero en incipiente etapa de exploración", por lo cual realizó un relevamiento de datos para la línea de base ambiental, que consideró "las áreas sensibles que a futuro podrían ser afectadas por la actividad minera, como es el caso de aquellos pobladores y áreas de cultivo que de alguna u otra manera están relacionados con la cuenca".
Las perforaciones exploratorias "permitieron determinar la presencia de mineral de uranio hospedado en rocas metamórficas en proximidad al contacto con cuerpos de naturaleza granítica".
Continúa..
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