Cazadores sorprendidos en infracción denunciaron torturas policiales

Ortiz relató que el domingo a la madrugada «nos dirigíamos cerca de las 7 de la mañana al campo que tengo habilitado como área de caza mayor El Coihue, donde cazo ciervos y chanchos, cuando en el trayecto se nos cruza por la ruta un ciervo con una cierva y le damos caza. Íbamos en el automóvil transitando por la ruta cuando vimos los animales, con otro muchacho nos bajamos para darle caza a los ciervos».
«Poco después, ya de regreso a la camioneta veo que habían llegado al lugar dos vehículos policiales, y que un grupo de policías golpeaba a mi compañero. Al verme, me reducen, me hacen tirar al piso y ya en el piso me esposan. Una vez esposado me empiezan a golpear, entre los golpes que recibí, me pegaron con una pistola en un ojo, también en la cabeza y en la parte izquierda». Agregó que en ese contexto «uno de los policías me pisaba las manos atadas con las esposas pidiéndome que diga donde estaban mis compañeros. En un momento llegó un policía más viejo con una escopeta con la que me empezó a golpear en la espalda hasta que otro policía decía que si seguían golpeándome me iban a pagar. Me dijeron que me iban a volar la cabeza si no les decía donde estaban, y yo les decía que me soltaran las esposas».
Por su parte, Gajardo también aseguró haber sufrido golpes de puño por parte de los policías. «Me pararon a un costado de la ruta y como no les decía con quien andaba me empezaron a golpear. Querían saber con quien andaba y como no les decía me pegaban con los puños en la cara y en la panza. En ese entonces estaba solo y ellos eran cuatro policías que no se presentaron».
«En ningún momento se identificaron y tampoco hicieron actas», subrayó Ortiz, «eran policías de El Maitén y de la división Abigeato. Y casualmente uno de los policías resultó ser el sobrino del dueño del campo que tengo registrado como área de caza, quien después nos pidió disculpas diciendo que no sabía la mano. Yo les dije que primero pegaron y después vieron como venía la mano».

VIOLENCIA DESMEDIDA
Reconoció Ortiz que se encontraba fuera del área habilitada, «cometí una infracción y lo sé, la ley de caza dice que hay que cazar en lugares habilitados pero la caza de ciervos es difícil, normalmente hay que caminar mucho y cuando lo vimos le tiramos. Era en un lugar de la ruta donde no anda nadie, en una recta donde se ve, no es que tirábamos a ciegas, apuntando a la ruta. Bajamos, caminamos un poco de campo, y lo cazamos en un lugar que pertenece a Benetton que no esta habilitado, pero esta infracción no amerita que me peguen una torturada como la que me hicieron».
«Sabemos que en un control hay que dejar que la policía actúe, nos tenían que hacer la infracción por cazar en un lugar no habilitado, pero no se justifica lo que me hicieron, a mí básicamente me torturaron. Esta la constancia de los golpes en El Maitén, donde me medicaron al igual que a Antonio por los hematomas».
Por último, explicó, «presentamos la denuncia en Fiscalía porque nosotros somos grandes pero esta gente puede agarrar a cualquier chico y hacerle cualquier cosa. A mí me faltó del vehículo un montón de cosas que tenía,  como los largavista, cajas de bala, una cámara fotográfica, una linterna de uso táctico, una linterna portátil, cosas que fueron secuestradas y que seguro las tienen, pero por ellas no hicieron ningún tipo de acta. Una vez que encontraron mi arma comenzaron a realizar tiros al aire haciéndose los chistosos, lo mismo con sus pistolas. Tiraron tres tiros con mi fusil y después con sus armas. Al final, nos hicieron todo un procedimiento porque supuestamente estaba cazando un animal tirando en la vía pública y ellos tiraban con mi arma y con la de ellos mientras pasaban los vehículos».