Fin de Semana

Emprendimiento verde y saludable en plena Sierras de Tecka

HISTORIAS : La tierra, generosa, sigue dando sorpresas en los pueblos de Chubut. En suelos difíciles se puede plantar, cosechar y se ven los frutos. 

por REDACCIÓN CHUBUT 07/11/2020 - 01.32.hs

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Jéssica, Pedro y Gonzalo López son hermanos criados en las Sierras de Tecka, un lugar ubicado a 55 kilómetros de ese pueblo precordillerano, y con 33, 25 y 22 años respectivamente, encararon un emprendimiento, hace cuatro años, que hoy genera mano de obra y una producción sana de lechuga y hortalizas varias. 
Pero la lechuga, envasada, los ha hecho reconocidos en los pueblos y hasta lograron abrir invernáculos en las Sierras de Tecka y en el pueblo de Tecka; además de dos verdulerías, una en Esquel y la otra en Tecka, dando a conocer la producción de esa remota comunidad de Chubut.
En su pueblo los conocen como “los chicos de los invernáculos”. Para ellos “nos da emoción y orgullo que crezcan verduras en medio de la estepa”.

 

Nosotros comenzamos hace cuatro años con las ventas. Pero anteriormente veníamos trabajando con otros temas para poder arrancar, como el acceso al agua, ya que no teníamos en el lugar de producción. Somos de una comunidad llamada Sierras de Tecka, ubicada a 55 kilómetros de Tecka”, comenzó diciendo Jéssica, la hermana mayor, recordando los inicios del emprendimiento.
“Año a año trabajamos para la clausura de un predio, para poder producir alimentos, primero para autoconsumo y luego poder poner nuestro producto en el mercado, que siempre fue nuestro objetivo”. 
Mientras tanto, se dedicaban a la cría de chivas y ovejas”. Pero “nada era rentable. Tierras como la nuestra hay que trabajarlas”, dijo a EL CHUBUT.

 

TIERRAS SECAS

 

Por eso, Jéssica y sus hermanos decidieron desarrollar este emprendimiento que se llama “Mapu Angken” que significa “Tierras Secas”.
“Nuestro objetivo, nuestro sueño, nuestro anhelo era poner los productos en el mercado. En ese camino fuimos indagando para ver qué funcionaba mejor. Y encontramos la vuelta con la lechuga. Porque es de producción rápida y porque cuando no teníamos movilidad, era una manera más rápida de transportar. Y le agregamos un valor agregado: no venderlas en cajón, sino hacer una preselección, prelavarla, envasarla, para que llegue a las góndolas en bolsita y con una vida útil en el tiempo”.

 


Las lechugas, su bondad y su rápido crecimiento, fueron el inicio del emprendimiento que rinde homenaje a la tierra de Tecka.

 

KILOMETROS DE RIPIO

 

Pero al principio resultó difícil transportar la producción, no tenían vehículo para comercializar sus lechugas en la localidad más cercana, que es Tecka. Al envasar la lechuga “podíamos movernos en autitos chicos y transportar más, mientras recorríamos los kilómetros de ripio”. 
De las Sierras a Tecka “hay que recorrer un camino dificultoso y de Sierras a Esquel hay 50 kilómetros de ripio”.
La propuesta laboral gustó tanto, que con el acompañamiento de las instituciones de Tecka, recibieron en préstamo, por tres años, las instalaciones del vivero municipal. Allí están desde hace dos años y un poco más: “Empezamos a trabajar bajo cubierta y fue nuestra primera experiencia. Así que en la actualidad producimos en nuestro invernáculo en Sierras y en Tecka”.
Ahora armaron un mini galpón de empaque y colocaron maquinarias de lavado: “Y de Tecka atendemos Esquel y vendemos en Gobernador Costa, José de San Martín y Río Pico; vendemos en los comercios nuestra lechuga envasada”.
Pudieron abrir una verdulería en Esquel, llamada “La estepa”, ubicada en Fontana 348. Y en Tecka, donde todos los vecinos los conocen.

 

CRECER

 

Lo más importante es que en este camino han crecido en producción y lo más importante, sumaron trabajadores y tienen clientes. Trabajan 7 personas en forma permanente. Y en diciembre, cuando se abre el galpón, se ocupa para el lavado a 4 personas por día, que concurren dos veces por semana.
“En Sierras y en Tecka hay gente que trabaja con nosotros. Y el local de venta directa”. 
La lechuga envasada es el principal producto, pero el sueño sigue: “Queremos colocar nuestra lechuga en las principales góndolas de los supermercados y tener una distribución grande”.

 

El proyecto se financia con otras producciones, como el cultivo de acelga, cebolla de verdeo, rúcula y espinaca: “La hoja se da muy bien en nuestra zona, en periodos cortos podemos tener muy buenos resultados y usamos producción orgánica de todos nuesatros productos.
“El cliente puede consumir un producto sano, fresco y amigable con el medio ambiente”.
Jéssica agradeció al Inta, porque “nos acompaña. Nos hicimos productores, pero no nacimos productores, pudimos aprender e interiorizarnos y con esta institución tenemos más vínculo”.
Además “hay muchos interesados en el lugar para aprender. El año pasado, por ejemplo, hicimos capacitaciones con los niños de una escuela, que pudieron ver qué se puede hacer en la tierra de la localidad”.
En el invierno, los hermanos no se quedan quietos: tienen una vaca lechera, Margarita, a la que ordeñan todos los días y ofrecen al pueblo leche fresca.
 

 

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