Conocé la historia de "El mono Juan", el primer astronauta argentino
Fue lanzado en el cohete Canopus 2 el 23 de diciembre de 1969, desde Chamical, alcanzó los 90 km de altura. Luego se recuperó a Juan sano y salvo y vivió por 2 años más en el zoológico de Córdoba. El ejemplar fue parte de la triada de animales enviados al espacio: un ratón llamado Belisario y una rata llamada Dalila.
por REDACCIÓN CHUBUT 08/05/2023 - 09.58.hs
Daniel Fanti, de la Fundación Amigos de la Astronomía, contó la vez en que Argentina fue el cuarto país en el mundo en enviar a un ser vivo al espacio y traerlo de vuelta en la década del 60.
Se trata del mono Juan, el primer astronauta argentino.
Fue lanzado en el cohete Canopus 2 el 23 de diciembre de 1969, desde Chamical, alcanzó los 90 km de altura. Luego se recuperó a Juan sano y salvo y vivió por 2 años más en el zoológico de Córdoba. De esta forma se escribió una gran página de la ciencia y tecnología Argentina.
El Proyecto BIO propuso la tarea de supervisar los signos vitales de Juan en tiempo real mientras viajaba en el espacio y de garantizar su regreso sano y salvo a la Tierra. Para mantenerlo inmóvil pero consciente durante el vuelo, se sedó al mono y se lo cubrió con un chaleco impermeable. Además, se le sentó en un asiento diseñado especialmente para minimizar los efectos de la aceleración sobre su cuerpo. Gracias a estas medidas, su vida no estuvo en peligro.
Juan fue uno de los tres animales que participaron en la misión espacial. Antes que él, se enviaron al espacio un ratón llamado Belisario y una rata llamada Dalila.
Belisario, que nació en el bioterio del Instituto de Biología Celular de la Universidad de Córdoba con un peso de 170 gramos, fue elegido por los científicos debido a que se adaptó rápidamente al uso del arnés y del chaleco, en comparación con otros animales de su especie en el mismo laboratorio. Fue lanzado en una cápsula acoplada a un cohete Yarará.
El cohete alcanzó una aceleración inicial de 20 G y una altura de solo 2,300 metros poco después de las 10 de la mañana. El paracaídas se abrió a los 28 segundos del vuelo.
Belisario fue llevado de regreso al Instituto de Biología Celular, donde nació y vivió hasta su muerte. Según los historiadores de estas misiones, ninguno de sus descendientes mostró alteraciones alguna.
Fuente: Infobae.
Más Noticias