La emotiva historia del excombatiente oriundo de Sarmiento que recuperó su historia en Malvinas

Hay cientos de historias. Cada excombatiente refleja un relato de minutos, horas, días, madrugadas y días enteros de terror y heroísmo. Y José Muñoz, un vecino de Sarmiento que con 20 años fue a la guerra, es uno de esos excombatientes que pueden llenar libros y libros con sus recuerdos, aunque desde el 2016, tiene eso que le faltaba en sus manos.

Gracias a Paola, su sobrina, se contactó con Matías Miccio, un argentino que vive en Inglaterra, que es coleccionista y había comprado el casco en una subasta. En su interior tenía el apellido, el único Muñoz del Regimiento 25, ese que es conocido en el mundo entero por su bravía.

Miccio tenía una parte de la historia de José. Y el 2 de abril de 2016 se encontraron. El excombatiente sarmientino dialogó con el periodista Rodrigo Mansilla en Invencibles que se emite por FM EL CHUBUT 90.1 Mhz.

Luego de 34 años, recuperaba su historia, que ya no era solo para contar, sino para mostrar. 

"¡Y el casco lo tengo yo!", exclamó Muñoz con una emoción palpable. Para él, esta recuperación representó "una emoción enorme", un acontecimiento que no esperaba vivir y que finalmente se hizo realidad. "No lo pensaba vivir nunca. No tenía nada de Malvinas. Yo era veterano porque estaba en la historia, en los libros. No tenía nada para justificar que había estado, por más que la gente sabía", expresó en este 2 de abril de 2024, a 42 años de la gesta, del desembarco que lo tuvo como uno de los protagonistas.

El casco se convierte así en un tesoro invaluable para Muñoz, quien afirmó: "No tengo fotos, pero con el casco tengo todo". Este objeto, cargado de simbolismo y recuerdos, es ahora un símbolo de su experiencia en la guerra, compartida con su familia, amigos y compañeros veteranos.

José cuenta con orgullo que es de Sarmiento, de Chubut, del Regimiento 25. En esa localidad patagónica la causa Malvinas se siente en la piel, y Muñoz relató el momento de la entrega del casco: "Ese día había mucha gente. Matías Miccio me lo trajo. Él lo compró y me lo devolvió. Lo tengo conmigo". Con la intención de preservar su legado, Muñoz planea donar el casco a un museo, aunque deja la decisión final a su familia.

Para Muñoz, recuperar el casco también es una forma de llenar un vacío en su historia personal: "Me sentía triste porque muchos compañeros que tenían fotos, pueden mostrar, pero yo no tenía nada".

Su rol en la guerra era logístico, Muñoz estuvo presente en Puerto Argentino desde el primer día hasta el último, enfrentando las adversidades con valentía y determinación.

El casco, marcado con su apellido y las iniciales del Regimiento de Infantería 25, se convierte así en un símbolo de identidad y pertenencia para Muñoz, quien lamentó la suspensión del acto conmemorativo a nivel nacional: "Es una pena que se haya suspendido el acto. Se puede suspender cualquier acto, pero menos este". Sin embargo, destaca el apoyo y el recuerdo constante de la ciudadanía de Sarmiento hacia los veteranos, un gesto que reconforta y fortalece su vínculo con su comunidad.