Raúl Cereseto: “La acuicultura es el camino para diversificar la matriz productiva de Chubut”

El empresario pesquero y referente de la Cámara de la Flota Amarilla de Chubut (CAFACh), Raúl Cereseto, pasó por el programa Invencibles, que conduce el periodista Rodrigo Mansilla en FM El Chubut, y dejó definiciones sobre los desafíos y oportunidades del sector pesquero en la provincia.

En un contexto donde la actividad pesquera enfrenta nuevos desafíos, el integrante de la Cámara de la Flota Amarilla (Cafach) apuesta por diversificar la matriz productiva del sector en Chubut, poniendo el foco en la acuicultura como una oportunidad concreta de crecimiento económico, desarrollo tecnológico y generación de empleo.

“Hay que ir a la agricultura de peces y crustáceos. Está pasando algo fantástico en otras provincias, como el desarrollo del truchón en Neuquén, donde empresarios chubutenses incluso han invertido”, explicó Cereseto en diálogo con Invencibles.

Según describió, ese avance ya tiene impactos concretos: “En Buenos Aires cambió la oferta gastronómica. Se ofrece mucha más trucha y menos salmón, tanto en sushi como en otros platos, y además se logró reducir los costos entre un 20% y 30%”. Esto, remarcó, demuestra que con visión y planificación se pueden generar cadenas de valor sostenibles.

Camarones: el lugar ideal

Uno de los puntos más fuertes de la entrevista fue la contundente defensa del rol que puede cumplir Chubut en este nuevo escenario. “La provincia tiene mar, ríos y lagos. Tenemos un potencial enorme. El lugar ideal para desarrollar acuicultura en la Patagonia es Camarones”, afirmó.

La afirmación no es casual. Cereseto cursó una especialización en pesca y acuicultura en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA, y contó que “más de una docena de profesores coincidieron en señalar a Camarones como el lugar con mejores condiciones para producir durante todo el año”.

Innovación, inversión y legislación

El empresario adelantó que ya se encuentra trabajando junto a otros actores en la conformación de una sociedad para desarrollar proyectos acuícolas, aunque por ahora lo hacen en silencio. “Estamos convencidos de que es por ahí, pero el paso número uno es contar con una ley provincial. Un marco normativo claro que brinde garantías al inversor”, expresó Cereseto, quien citó al diputado Juan Pais, por promover un proyecto para regular la actividad en Chubut.

En esa línea, reveló que ya tuvo contacto con asesores legislativos y con especialistas de la universidad para analizar un anteproyecto que dé forma al marco regulatorio de la acuicultura en Chubut. “Me pareció muy bueno que se plantee de manera participativa, que se consulte a quienes saben, porque esto no puede hacerse a espaldas de la ciencia ni del sector productivo”, valoró.

Parques y planificación

Consultado sobre la superposición de áreas protegidas y actividad productiva, Cereseto fue enfático pero conciliador. “No se trata de frenar la creación de parques, sino de coordinar. La sostenibilidad, el turismo, el medio ambiente y la pesca no son enemigos. El problema es cuando se avanza de forma descoordinada y termina afectando actividades que pueden convivir”, sostuvo.

“Hay especies con una enorme oportunidad en Chubut. La acuicultura no es una utopía, es una necesidad. Hay que animarse a dar el paso”, concluyó.

Diversificar, agregar valor y pensar en el futuro

Consultado por Mansilla sobre hacia dónde debe ir la pesca, Cereseto no dudó: “El langostino es la perlita que nos sostiene hoy, pero tenemos que dejar de ser monoproducto. Hay que agregar valor a lo que ya capturamos y diversificar la matriz productiva”.

El dirigente pesquero remarcó el avance de la pesca de anchoíta en Rawson, que ya generó más de 700 empleos en dos meses y medio de temporada, pero planteó el desafío de instalar una industria conservera en Chubut: “Hoy procesamos el 99% en Mar del Plata. Hay que seducir a inversores con reglas claras para que se instalen acá”.

La merluza y la deuda pendiente

Cereseto también habló de la necesidad de recuperar la merluza en Chubut: “Tenemos 27 permisos fresqueros de altura sin otorgar. Nadie los pide porque hoy perdés plata pescando merluza en la provincia. Hay que sentarse y revisar costos: descarga, transporte, procesamiento. No puede ser que nuestros barcos estén yendo a Santa Cruz”.

Un mensaje para la política y la sociedad

Cereseto pidió coordinación entre Estado, sindicatos y empresarios: “No somos enemigos de la sostenibilidad ni del turismo. Pero las decisiones deben tomarse de manera mancomunada, no podemos seguir creando parques nacionales a espaldas de la actividad productiva”.

Y cerró con una invitación: “La pesca genera más trabajo en tierra que en el agua. Es hora de cambiar la mirada y entender que este sector puede ser el motor de miles de familias si se lo acompaña y se le da previsibilidad”.

“Nos gusta mediatizar conflictos y eso lo pagamos caro”.

Cereseto reconoció que el sector tiene una deuda con la sociedad: “Nos gusta mediatizar conflictos y pienso que eso lo pagamos caro. La gente no termina de poner en valor lo importante que es la pesca para la provincia y para el Valle. Hay una diferencia abismal cuando la actividad funciona y cuando no”.

El empresario propuso “trabajar sobre una narrativa distinta” y empezar a invitar a la comunidad a conocer el sector: “La pesca ofrece muchas oportunidades. Faltan proveedores, faltan electricistas, herreros, carpinteros. Hoy vas al puerto y tenés tres electricistas habilitados. Tenemos que animar a los chicos, ir a las escuelas, a las universidades y plantar pequeñas semillas”.