Amalia: la portera de la Escuela de Aldea El Mirasol
En el Día del Portero y Portera de escuelas, seguimos compartiendo historias de estos trabajadores de escuelas rurales. En julio del 2021, Suplemento "Meseta & Pueblos" de diario EL CHUBUT, dio a conocer la historia de Amalia Blanco, quien fuera portera de la Escuela 118 por tres décadas.
por REDACCIÓN CHUBUT 19/07/2023 - 11.19.hs
"Cocinaba a leña para 40 niños de la Escuela de El Mirasol y nos alumbrábamos con faroles a gas o a kerosene", recordó Amalia Blanco, quien fue portera de la Escuela 118 de Aldea El Mirasol, durante 30 años. Trabajó allí desde 1983 hasta diciembre del 2013, cuando se vino a Trelew.
Es nacida y criada en Aldea El Mirasol, hija de doña Rosa Blanco.
En una entrevista que le realizamos a Amalia, contó cómo era trabajar en una escuela rural, en medio de la Meseta de Chubut, entonces "concurrían muchos niños y los campos estaban poblados. Las familias vivían ahí, la mujer se quedaba en el pueblo para que los chicos fueran a la escuela y el padre volvía los fines de semana, ya que trabajaban en el campo. Entonces había muchos chicos en la Escuela de El Mirasol; hoy no hay alumnos", dijo Amalia.
"Yo amasaba 25 panes todos los domingos para que haya para toda la semana. Cocinaba a leña y calentaba la comida en salamandra; también cociné en una cocina de cuatro hornallas con garrafa de gas. En la época que yo empecé a trabajar nos alumbrábamos con faroles a gas, a kerosene. Yo vivía cerca de la escuela. El primer año trabajé sola, y al año ingresó otro compañero, Bautista Tolosa, que falleció joven y no alcanzó a jubilarse. Fue un muy buen compañero y trabajábamos los dos", recordó.
Cuando Amalia empezó a trabajar en la Escuela era director Armando Espinoza "luego se fue y fue reemplazado por Silvia Díaz, que fue mi primera directora", dijo, recordando a otros directivos que pasaron como Juan Moreyra y Marisa Palleres, "quien llevó progreso a la Aldea".
Por ésos años, estaba el Puesto Sanitario y el comercio de ramos generales "de la familia Arza y después vivían los pobladores".
Yo "tengo los mejores recuerdos de la Aldea. Mis hijos estudiaron ahí hasta que se vinieron a estudiar a Trelew. Tengo muchos recuerdos de las familias en esa época y de la gente de los campos. En esa época había mucho trabajo, la gente tenía muchos animales y se los contrataba para la época de esquila. Los campos estaban llenos de animales y por éso teníamos muchos alumnos. Cuando los chicos crecían se vinieron a la ciudad", dijo Amalia, recordando los tiempos lindos de esa escuela.
"Eran tiempos de mucha responsabilidad por parte de directivos, docentes y alumnos. Nunca faltaban y yo me acostumbré a no faltar. Zona de mucho frío y de nieve", evocó.
Recordó también cómo preparaba la comida, y los panes en el horno de barro: "Los mismos niños me ayudaban a acarrear la leña, ayudando para hacer fuego. Yo los domingos hacía entre 20 o 25 panes y a veces no alcanzaba, no duraba, así que preparaba tortas".
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