Jugar con los sentidos

Descubrimos el mundo a través de los sentidos. El bebé cuando nace, comienza a conectarse con el mundo que lo rodea, a percibirse a sí mismo y a los demás a través de los sentidos.

Existe un universo de posibilidades para que el niño explore y descubra, el adulto solo debe posibilitar los caminos para que esto ocurra, y uno de ellos es a través del Juego.

Lo generoso de jugar con los sentidos es que, en esta dimensión, existen actividades lúdicas para todos los niveles educativos y para todas las edades, obviamente adecuadas para cada grupo en particular.

JUGANDO CON LOS SENTIDOS EN NIVEL INICIAL

El desarrollo sensorial constituye el canal por donde el niño recibe la información de su entorno (colores, formas, olores, sabores, sonidos) y de su propio cuerpo (sensación de hambre, de frío, de posiciones del cuerpo en el espacio). A través de distintas actividades expresivas o lúdicas el niño afianza su corporeidad.

Debemos brindarle en las Instituciones educativas y en el entorno del hogaractividades manipulativas y multisensoriales para que los niños/as desarrollen todo su potencial, teniendo en cuenta que todas estas actividades son importantes para etapas posteriores.

¿Qué actividades podemos propiciar en el hogar?

Podemos implementar actividades y juegos que potencien el desarrollo y que puedan estimular los sentidos de los niños. Pero, ¿qué materiales podemos utilizar? Cualquier material que sea seguro, natural y cotidiano para los niños servirá. El material debe ser variado, que despierte el interés y que permita trabajar diferentes áreas sensoriales a la vez: 

Jugar descalzos.

Jugar con pompas de jabón

Hacer pintura de dedos.

Jugar delante de espejos.

Hacer juegos de luces y oscuridad

Buscar objetos dentro de un recipiente con lentejas, garbanzos, arroz….

Experimentación con alimentos tales como arroz, macarrones, harina, pan rallado…

Trabajar con barro, plastilina, masas…

Experimentación con objetos de la naturaleza como hojas, agua, arena, nieve, tierra, hierba, paja…

Manipular paneles de texturas con manos y con pies. Algunos pueden ser elaborados para que el niño pise texturas diferentes y note las sensaciones.

Jugar a adivinar objetos de dentro de un saco sin mirar.

Jugar a reconocer a un compañero con los ojos vendados.

Usar manoplas de lana, espuma, para trabajar la consciencia corporal a través de masajes. 

Exponer al niño a sabores diversos y de contraste como dulce y salado, amargo y ácido…

Hacer un taller de cocina para luego degustar lo que han cocinado.

Jugar a reconocer olores de distintos sacos de tela rellenos de distintas hierbas naturales.

Distinguir olores cotidianos tales como de alimentos, flores…

Fabricar instrumentos musicales con elementos descartables para jugar con los diferentes sonidos.

¡¡¡¡¡Y lo más divertido!!!!!...Jugar en el suelo, sobre alguna alfombra, rodar y descubrir nuevas posibilidades de movimiento.