Las cosas más ricas: Confitería Torino

El salón. De la recordada confitería Torino, donde se hacían muchos casamientos y todo tipo de eventos.

 

(Serie de publicaciones en el marco del 137º aniversario de la ciudad de Trelew. Historias extraídas del suplemento especial del Diario EL CHUBUT "Trelew 120 años" publicado en el 2006 y reeditado en el 2016).

 

“Me llamo Gloria Gemesio. Nací hace casi 80 años en Trelew. Quiere rendir mi humilde homenaje a mi familia, que vino desde tan lejos, desde Italia y Alemania, convocada por el hermano de mi abuela, Juan Heinken. Decía que aquí en la Patagonia estaba el futuro”.

 

“Fue así que alrededor de 1920, mis abuelos y parte de sus numerosos hijos recalaron en Trelew.” “Aquí mi abuela fundó lo que después sería la tan conocida confitería Torino. Se instalaron en un precario local frente a lo que después sería el Palacio Municipal”.

 

“Los hijos varones, Ricardo (mi papá) y César más, conocido como 'Cheche’, se abrieron de la familia. Mi papá se casó con Francesca, su novia de Italia, y se fue a vivir a Tierra Salada, hoy 28 de Julio, a trabajar como chacarero, su oficio, con Mister Croquet, en la siembra de garbanzo, una especie que necesitaba de esa tierra más salobre. Allí nació mi hermana Elsa. Con el tiempo, la confitería y la familia se asentaron en pleno centro, en la calle 25 de mayo haciendo esquina con “el callejón” como se decía antes, hoy Floridita'. Allí fue el auge de la confitería. Mi abuela hacía exquisiteces alemanas, que eran saboreadas por familias conocidas como los Thies, Poppe, y otras. Y mi tía Irene trabajaba, con la ayuda de José Mejuto y la colaboración de Damián Manquel en todo lo referente a masas, tortas, caramelos, bombones, turrones, panes dulces y demás golosinas”.

 

“Algunos de nuestros proveedores eran Mr Owen, con su exquisita crema y manteca, el señor Roberts con manteca y huevos que habíamos aprendido a conservar para el invierno, con métodos higiénicos y caseros”. “En esa época comenzamos con la elaboración de helados, chacinados, y servicio de té”. “Nos quedó chico el local y alquilamos el de al lado, uniéndolo con una arcada. Allí ya se servía el té, y se hicieron cenas conmemorativas y casamientos”.

 

“Elsa y yo fuimos huérfanas, con apenas un año y medio. Fuimos criadas por tías y abuela, y colaboramos desde chicas con la confitería. En esa cuadra se encontraban además la peluquería para damas 'Luisita', después la de hombres de Jesús Mauleón, a la que íbamos a cortarnos la melenita con flequillo. Seguía Don Antón con su mercadito colaboraba con nosotros en el corte del pan de los sandwiches que nos encargaba la gobernación para las fechas patrias. Y frente a nosotros estaba Binder con su peluquería, Pietre con la joyería y Don Tomaselli con su propaladora de música y noticias. A la noche alegraba nuestras "Vueltas del perro' en la Plaza Independencia, donde empezaron tantos noviazgos”.

 

Oscar Gemesio y Denadei. Dos animadores del ciclismo de inicios del Siglo XX. 

 

“Mi papá compró la chacra que linda con Trelew, la número 1, y allí se dedicó al cultivo de espárragos y flores, aprovechando los grandes zanjones de tierra, formados por antiguos brazos del Río Chubut. También planto gladiolos y tulipanes que después vendía al Hotel Centenario, a los Querol, y a algunas florerías. También fue uno de los primeros ladrilleros de la zona”.

 

“También una de mis tías compró una chacra, a la salida de Trelew, lindera con el río Chubut. Cristina, más conocida como Tina de Miller; tenía las más hermosas dalias 'plato”.

 

“También nos dedicamos mucho al deporte. Mi papá como preparador y guía en bicicleta, de Oscar Gemesio. Fue un gran animador junto a Denadei, Vitores, Canencia, Lini Salvo y otros... También nadábamos... nos decían 'las torinesas'. Ganamos muchas competencias en Playa Unión, y también en Madryn”.

 

“Así, con estas pocas líneas, mi hermana Elsa y yo rendimos un pequeño homenaje a Trelew, nuestra ciudad, a la que queremos ver cada vez más floreciente, y a nuestra recordada familia”.