Los tres juegos del pasado que se han reinventado con el salto a internet

Internet se ha convertido en un gran escenario donde tienen lugar una infinidad de actividades de temática diversa. Hay quienes lo usan para trabajar o estudiar, casi todos para comunicarnos e incluso un alto porcentaje de los argentinos dedica un tiempo a jugar en línea. La oferta de juegos es inabarcable, con las tendencias ahora muy de moda como son las aplicaciones para celular o los títulos de deportes electrónicos, pero no todo se resume en estos dos puntos. 

En este artículo, entraremos a detallar tres ejemplos de pasatiempos que fueron muy populares en el pasado y que, con la migración a las pantallas de hace tres décadas, se han abierto a nuevas posibilidades, manteniendo la esencia que los hizo tan mediáticos en su día y aportando innovaciones que han sido muy bien acogidas por un población cada vez más digital. Además, parte de este éxito es que no están vinculados a un único dispositivo, sino que se encuentran disponibles de forma fácil y directa desde el propio navegador. 

El ajedrez, una práctica milenaria brillando en los tiempos actuales 

El ajedrez tiene millones de años de historia y se ha convertido en uno de los juegos de mesa icónicos de nuestra sociedad. Su impacto ha llegado a todos los países del mundo, donde se calcula que lo practican de forma recurrente unos 600 millones de personas, y su éxito ha perdurado en el campo online. Son muchas las plataformas que brindan partidas y torneos a sus usuarios, ya sea con amigos o con desconocidos, de forma rápida y sin la necesidad de que estos esperen demasiado tiempo

A su vez, estos portales han ido innovando, sin salir del mundo del tablero cuadriculado. Presentan modalidades fuera de lo común, como de cuatro jugadores en vez de dos, así como la opción de formarse a diario con la resolución de problemas y desafíos mentales, pero también con lecciones y explicaciones para mejorar aspectos concretos como pueden ser las aperturas o los finales. No menos importante es el hecho de crear comunidad, permitiendo la interacción en todo momento e informar de las últimas novedades de este campo. 

El póker: abriendo la puerta a múltiples modalidades 

El juego de 52 cartas también siguió los pasos hacia el campo virtual, donde las partidas se dan de forma más recurrente, evitando así cualquier tipo de desplazamiento físico. Esta práctica, que tiene como particularidad las apuestas en cada turno, también ha adaptado este detalle llevando el póker con dinero real a todo tipo de pantallas, desde los celulares hasta las computadoras. Eligiendo el método de pago que más encaje y realizando pocos pasos, se dispondrá de saldo para entrar en un torneo o partida. 

Variantes hay muchas, y las más populares han tenido cabida en internet. Se debe destacar la Texas Hold’em, quizás la más demandada de la red por su sencillez y dinamismo, pero no es la única. La 5 Card Omaha o Seven Card Stud, dos clásicas que causaron furor en su día tanto en territorio americano como europeo, también presentan partidas adaptando todas sus características a las mesas virtuales. Como en el ajedrez, se permite la interacción y la consulta de informaciones básicas. 

La presencia virtual explica la popularidad del sudoku 

El sudoku es uno de los juegos que en los últimos años más se ha jugado en las pantallas. Pocos sabrán que su nacimiento no se produjo en las plataformas virtuales, a donde dio el salto hace dos décadas, sino que era un mero pasatiempo de la prensa escrita. Fue obra de un matemático suizo en el siglo XVIII y dicho enigma fue muy acogido en un periódico japonés de la década de los 80 que lo rebautizó con este nombre, que literalmente en español significa “número solo”. 

Esta práctica, que hace las delicias de los fanáticos de las matemáticas y de los números, suele tener la particularidad de que se afronta como un reto personal en el que se debe superar a uno mismo. Aun así, existen diferentes modalidades, todas ellas bebiendo de la original de 9x9, pero llevándola a escenarios todavía más complejos y exigentes. Ejemplo de ello es el 16x16, ampliando siete números más por recuadro; el sudoku doble, mezclando dos recuadros; o el samurái, que hace lo propio con cinco.