Un joven acusado por violencia de género fue detenido por desobediencia y daño

En el lugar, el sujeto rompió el vidrio de un automóvil, entre otros hechos de violencia. Personal policial dio conocimiento del hecho a las autoridades judiciales y el sujeto permanecía hasta anoche en calidad de detenido.
Gabriela Ríos (27), su ex pareja y damnificada por el episodio de violencia de ayer, visitó nuestra redacción para denunciar reiterados actos vandálicos y amenazas proferidas por el detenido, de quien se encuentra separada desde hace dos años. Dice que llegó a amenazarla con prender fuego la casa donde vive con su actual marido y tres hijas.

Ayer fue la última denuncia, pidiendo a la Justicia que prohíba el acercamiento total al hogar, como así también de ver a las hijas que ambos tienen en común.
Ríos, con domicilio en el barrio Sarmiento, realizó la última denuncia en la tarde de ayer en la Comisaría Tercera de Trelew, tras el ataque que de su ex pareja dijo sufrir a pedradas contra su casa y el vehículo del hombre con el que se encuentra casada ahora.
«Ya tiene varias denuncias hechas, porque va a mi casa a molestar, empieza a tirar piedras, ya nos rompió la ventana, la puerta, la luneta del auto y un vidrio del auto del lado del acompañante», señaló a EL CHUBUT la mujer.

Relató asimismo, que la violencia de su ex pareja, un chofer de 28 años según indicó, viene desde unos 10 años atrás; «me aguante muchos golpes, tengo fotos de los que él me dio la última vez, luego me separé (hace dos años). Ahora está en pareja, va a tener un bebé, pero «sigue yendo a mi casa a molestar», manifestó. 
«Prohibición de acercamiento; con ésta, creo que es la tercera que he hecho, cada una es por tres meses, la actual está vigente hasta el mes que viene, no se puede acercar a la casa ni a ningún lugar donde yo me encuentre», remarcó.

«Hoy -por ayer- llamé y lo agarraron infraganti tirando piedras, se lo llevaron detenido y no se sabe si mañana -por hoy- al mediodía ya lo largan», se lamentó.
Dijo la mujer, que «vamos a pedir para las nenas -todas menores, la más chica de 4 años- asistencia psicológica del equipo interdisciplinario», destacando en cuanto al régimen de visita, que quisiera que el padre no viera más a las hijas, que viven aterrorizadas por los reiterados ataques a la vivienda.

«Por ahí pasaba un mes y medio sin verlas, y en otros momentos quería verlas todos los días. Lo único que hace es perjudicarlas, las nenas ya le tienen miedo», señaló entre otros detalles Ríos.