El desafío de decidir gestar siendo un varón trans

“Estoy a dos meses y cada semana que pasa es un triunfo, sobre todo siendo dos hijes, ya es un montón poder seguir avanzando en el embarazo”, contó a EL CHUBUT Ian Alejandro Rubey. El co-creador del Espacio Trans Puerto Madryn está esperando mellizos y le contó a este medio como asumió el desafío de decidir gestar siendo un varón trans. 

El referente social, promotor de los derechos de las diversidades, sostuvo que decidió paternar gestando “después de haber hecho el cambio de mi identidad de género, estando cada vez más arraigado a esa identidad, pudiendo socializarla y siendo libre de vivir mi masculinidad trans; es todo un proceso hasta poder sentirte bien arraigado”. 

En este marco, contó que hizo una hormonización con testosterona durante dos años y eso lo ayudó mucho a arraigarse a su identidad de género como varón, antes de eso “no pensaba en gestar, no lo veía posible y no me veía gestando”, aseguró en diálogo con este medio. “Hoy entiendo que no quería maternar, para mí eso se identificaba con lo femenino, y como yo estaba atravesando un proceso disruptivo con el género que me habían asignado al nacer, con el género sentido, entonces había una contradicción y no se me ocurría que podía hacerlo”, explicó.

“Hoy, después de expresar mi identidad de género y vivir como un varón, empecé a pensar la posibilidad de tener hijos a través de la gestación, pude ver algunos casos de varones trans gestando en otros lugares del mundo. En el momento en que estaba haciéndome estas preguntas conocí casos de España y Puerto Rico, hablé con los chicos sobre cómo era la transición a gestar, la hormonización”, recordó. Conociendo esas historias, viendo que aún con enormes panzas seguían manteniendo su masculinidad, germinó en Ian la idea de gestar. 

Realizó una inseminación de baja complejidad y, previamente, debió dejar la hormonización de testosterona para volver a tener el ciclo biológico. Tiene novia pero aseguró que eligió traer a sus hijos al mundo como padre soltero, lo cual parece ser otro gran desafío al que no teme enfrentarse. 
Esta historia parece hermosa: un varón trans arraigado en su identidad de género que está a punto de cumplir un sueño, ser padre. Sin embargo, el camino no le fue fácil. Una de las trabas que tuvo fue con la obra social que posee y que cubre los embarazos al 100%.

“Para entrar en ese plan fue un tema porque tengo mi DNI masculino. Al principio me decían ‘necesitamos el DNI de tu pareja’,  no creían que yo estaba embarazado. Se solucionó haciendo una excepción, porque la computadora solo registra el binario: hombre – mujer. Justamente ese sistema es el que tiene que ir cambiando”, reflexionó Ian. 

“MI NOMBRE ES EL QUE YO ELIJO”
Los malos momentos también vinieron de la mano de profesionales de la salud que, como parte de toda una sociedad que debe continuar creciendo para aprender a respetar y promover la igualdad entre todas las diversidades, también deben seguir formándose para evitar discriminar o incomodar a otros. 
“Me encontré con un ecógrafo que no entendía porque yo me estaba yendo a hacer una ecografía trasvaginal, me hacía preguntas desde el morbo, me preguntaba mi nombre femenino. Pero cuando ya sabes a donde no ir no vas más y ya está, incluso he tenido otros ecógrafos increíbles, re humanos, que me trataron siempre en masculino”, recordó Ian. 

Una forma de protegerse de estas situaciones es, según contó el referente tras, informarse para saber a dónde ir a fin de ser respetados. Es decir, pedir recomendaciones. En tal sentido, Rubey destacó: “Mi nombre, el que siempre tiene que ser utilizado, es el que yo elijo. Y hay una Ley que lo establece y habla del trato digno hacia las personas travesti-trans, de eso poco se sabe”.

LEY 26.743
El pasado 23 de mayo se cumplió una década de la promulgación de la Ley de Identidad de Género Nº26.743. “Después de 10 años de tener una Ley de Identidad de Género es muy importante que de estos temas se hable, que se actualice en información y capacitación a las personas que conforman el sistema de salud”, instó el referente. 

La fecha de parto es para principios de agosto y Ian sabe los sexos biológicos (correspondiente al asignado al nacer según la anatomía): “Sus nombres van a ser Manuel Amaranto y Yanay Almendra, sobre todo porque me hacen pensar en cosas lindas, en bondad y en amor, que es lo que precisamente quiero brindarles. Eso me parece que es lo que más estamos necesitando como humanidad”.