Puerto Madryn

Pineau: “Nos preocupa que cada vez haya menos puntos de interés para mostrarle al visitante de Península Valdés”

La comunidad turística de Chubut recibió con alivio la confirmación oficial de que los emblemáticos miradores de La Pingüinera y La Boca de la Caleta, en Península Valdés, no serán cerrados, luego de semanas profunda preocupación en el sector.

por REDACCIÓN CHUBUT 18/10/2025 - 22.54.hs

Jorge Pineau, presidente de la Asociación de Guías de Turismo de Chubut (AGP), calificó la noticia como «muy favorable para que siga habiendo una buena visita, una buena experiencia en la zona de Caleta Valdés».

 

No obstante, el debate sobre la sostenibilidad del turismo y el acceso a los puntos de observación en esta Área Natural Protegida, cuya gestión involucra campos en un 90% de propiedad privada, sigue siendo central. Pineau subraya la importancia de fortalecer la oferta de miradores, mantener el diálogo con las autoridades y avanzar hacia políticas que aseguren la calidad de la experiencia turística a largo plazo.

 

Vale recordar que, si bien el ministro Lapenna confirmó que no se cerrará el mirador de la Pinguinera, como adelantó EL CHUBUT el mismo viernes ese punto de encuentro sí fue cerrado el paso. Se argumentó que era solamente para acondicionar el lugar y que en breve se reabrirá al público. 

 

Alarma y Alivio por Caleta Valdés
La inquietud se desató tras la creciente versión de que la familia Ferro, propietaria de los campos donde se ubican los puntos de observación de Caleta Valdés, tenía la intención de clausurar los accesos a La Pingüinera y La Boca de la Caleta. Estos dos miradores son cruciales porque permiten avistar pingüinos de Magallanes (que llegan en septiembre y se retiran en marzo) y, en el cercano Punta Cantor, elefantes marinos y lobos marinos.

 

Ante la alarma de estas versiones, la Asociación de Guías de Turismo envió una nota formal al Ministerio de Turismo provincial, liderado por Diego Lapenna. El objetivo era conocer la «veracidad de esta información, y en su caso, la motivación de esta medida».

 

«Consideramos que a nivel turístico, estas paradas en Caleta Valdés son fundamentales en el desarrollo de la excursión, ya que ofrecen prácticamente la única opción para observar fauna marina y disfrutar del paisaje costero de la caleta sin interferir con el entorno», remarcó Pineau en diálogo con EL CHUBUT.

 

El presidente de la AGP expresó que la confirmación de la continuidad es un gran acierto, destacando que los miradores son «sitios que históricamente visitamos, que están en un espacio muy atractivo de la Península Valdés». Además, valoró positivamente el hecho de «que se pueda llegar a acuerdos porque se entiende que existen a veces algunos momentos en los que puede haber diferencias entre propietarios y uso que se hace público».

 

La Reducción de Sitios Emblemáticos
La preocupación de los guías se intensificó debido a que Península Valdés sufrió en los últimos años la pérdida de otros sitios de observación clave. Pineau advirtió: “Nos preocupa profundamente la idea que tengamos cada vez menos sitios de interés para mostrar al visitante”.

 

Entre los lugares que ya no están accesibles al público se encuentran Punta Delgada y La Corona. Punta Delgada, que pertenecía a la Armada y luego fue declarado reserva de la defensa, llegó a tener un hotel y restaurante, y era un sitio extraordinario para ver elefantes marinos del sur. Respecto a este punto, la Asociación de Guías solicitó al Ministerio «considerar su reapertura».

 

Otro sitio recordado es La Corona, ubicado en un acantilado de entre 80 y 90 metros de altura, donde hace 25 años se podían observar colonias mezcladas de elefantes y lobos marinos. Aunque el Ministerio de Turismo había planeado una casa para un guardafauna allí, ese mirador en propiedad privada también terminó cerrado, entre otras razones, por cuestiones de seguridad al carecer de una contención adecuada.

 

Esta reducción implica que en el circuito sur de la península, el trayecto es «básicamente ir transportándose en vehículo y no tener lugares donde parar». Por ello, para la AGP «es muy importante poder ampliar la oferta de miradores dentro de este espacio tan grande y tan alucinante que es la Península Valdés».

 

Colaboración y Políticas de Estado
Pineau enfatizó en una charla con este medio que los guías, al ser el nexo con los visitantes y estar en el terreno a diario, cumplen un rol esencial en la recopilación de información vital, tanto sobre la logística (caminos, clima) como sobre la dinámica de la fauna silvestre. Esta interrelación y capacidad de aviso es crucial para la conservación, como cuando se observan animales en problemas, permitiendo la intervención de profesionales.

 

En cuanto a la infraestructura turística, una queja recurrente es el estado de los caminos de ripio. Si bien Pineau reconoce que es un territorio muy grande y difícil de abarcar, considera que «algo que creemos que es fundamental es políticas de estado de largo plazo». Esto implicaría una inversión constante y un monitoreo para asegurar el buen mantenimiento, lo cual se notaría en la satisfacción de la experiencia turística.

 

A pesar de los desafíos, Pineau señala que en las últimas décadas, la actividad turística mejoró en varios aspectos. Un punto positivo es la conectividad, que se fue implementando y mejorando; actualmente hay señal en la ruta pavimentada a Pirámides y en algunos puntos de los caminos de ripio hacia la costa de mar abierto, como en Caleta y Punta Norte, incluyendo la instalación de Wi-Fi.

 

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