Una nevada poco común sorprendió a Puerto Madryn y fue celebrada por toda la ciudad

La nieve, que no es frecuente en la ciudad por su cercanía al mar y su ubicación geográfica, fue ganando espacio sobre las calles, los techos y los patios, especialmente en los barrios más próximos a las bardas.

Vecinos salieron a mirar el cielo, algunos con sorpresa, otros tratando de recordar cuándo fue la última vez que había nevado en la ciudad. Se mencionó la gran nevada del 2013, más reciente la del 2022, aunque esta tuvo su propio carácter: cayó sin apuro, sin viento ni frío extremo, y se mantuvo por varias horas.

Las calles se transformaron en un lugar de encuentro. La playa, como siempre, también fue el punto para disfrutar la nieve. Niños haciendo muñecos, adolescentes jugando a las corridas, autos circulando con muñecos de nieve sobre el capó y familias compartiendo un momento al paso. En distintos puntos de la ciudad se vieron escenas similares: en la costa, en las plazas, en las veredas y frente a los comercios.

Incluso el paisaje habitual cambió por un rato. Desde el Monumento al Indio hasta los barrios del oeste, la ciudad mostró otra cara. Algunos turistas, recién llegados, se cruzaron con la nevada sin saber que no es algo común. Y mientras tanto, en el mar, algunas ballenas dejaban ver sus colas, completando una imagen que llamó la atención de quienes estaban cerca de la costa.

Fue un día que se salió del ritmo habitual. Sin estridencias, pero con una pausa compartida. La nieve no duró demasiado, pero alcanzó para que muchos quisieran retratarla y guardar registro de una postal que no aparece todos los inviernos.